PUTITA MALA FINAL
He vuelto del viaje y me encuentro con mi bandeja de correo llena de mails bastante amenazantes. No me interesa en lo absoluto. Sabía que esto me traería problemas. No pienso dar pie atrás y seguiré contando lo que me ha pasado, sin importarme esos hombres cobardes que se esconden tras la pantalla, pensando que podrán amedrentarme...puede que sea ella...pero no soy la única, ¿sabias eso? PUES PIÉNSALO...
Continúo la historia...
Venían mis padres y realmente no sabía que hacer. Lo único que sabía es que no podía ser descubierta y que el cobarde de Iván no podía andar cerca. Por lo tanto, "algo" tenía que hacer con ambos asuntos.
Primero la parte más dificil. Me di cuenta que sola no podía con todo, que necesitaba contarle a alguien que me tendiera una mano. Alguien de confianza, porque la Donna veía sólo por sus asuntos y realmente no le interesaba si una universitaria codiciosa era atrapada por su familia sureña.
Asi que llamé a Valeria, mi mejor amiga de la Universidad. Decidí contarle a ella: no era pacata, no se escandalizaba con facilidad y me ayudaría.
- Valeria, necesito hablar contigo, juntemosnos en el nuevo Starbucks de Colón, ok?
-bueno, me asustay con tus wevas, ya, pero invita tu po.
-patua, ya, chao a las 9.
-ok, nos vemos.
Llegué antes pensando que mierda decirle. "Hola amiga, necesito contarte que soy prostituta, vienen mis padres y necesito esconder algunas cosas y alejar a un cliente que me está extorsionando" Si, súper fácil. Mierda qué hacía.
Llegó, y me notó nerviosa. "Ya amiga, sin rodeos, directo al hueso, no por nada invitay tu a tomarnos un café y estay tan urjida". No sabía como lo iba a tomar, quizás se iba con críticas de lleno, o le daría lástima o, en el caso más remoto, me iba a apoyar.
"Vale, estoy metida en el medio cacho. No sé como contarte y no me interrumpas, es largo.
El tema es, que no te confié algo importante que me estaba pasando, y ahora te voy a decir" - "¡ya po dime!" -
"ya, te digo, mañana vienen mis papás de Conce, y tengo que esconder unas cosas en tu depa, no las pueden ver-¿porqué?- porque son cosas caras, que obtuve de un trabajo, ya weona, no me mires así"
-" ¿De qué trabajo? ¿Anday traficando? (se rie) ahh no po, de puta (se rie con más fuerza), te imaginay? ya po cuenta...
-" Es que estoy en una agencia de damas de compañía, algo súper normal vale, nada raro... "
-" jajaja, que eres wevona, ya po cuenta, porque ¿me estay weveando cierto?
-" ¿y pa que haría eso? esa es la verdad, ya si no es pa tanto, onda acompaño a los viejos cuicos a sus comidas y chao, nada más, si no es puterío la cosa tontorrona"
- Cuentamelo todo.
Y ahí, yo mintiéndole en cierta medida a mi amiga. Pintándole todo muy lindo, casi de reinas y modelos sobre mi trabajo y ocultando la verdad. En el fondo no me serviría de nada contarle todo a estas alturas.
Bueno, el cuento es que me iba a guardar las cosas en su casa. Asunto de mis padres arreglados, pero quedaba el otro problema, el de Ivàn.
Continúo la historia...
Venían mis padres y realmente no sabía que hacer. Lo único que sabía es que no podía ser descubierta y que el cobarde de Iván no podía andar cerca. Por lo tanto, "algo" tenía que hacer con ambos asuntos.
Primero la parte más dificil. Me di cuenta que sola no podía con todo, que necesitaba contarle a alguien que me tendiera una mano. Alguien de confianza, porque la Donna veía sólo por sus asuntos y realmente no le interesaba si una universitaria codiciosa era atrapada por su familia sureña.
Asi que llamé a Valeria, mi mejor amiga de la Universidad. Decidí contarle a ella: no era pacata, no se escandalizaba con facilidad y me ayudaría.
- Valeria, necesito hablar contigo, juntemosnos en el nuevo Starbucks de Colón, ok?
-bueno, me asustay con tus wevas, ya, pero invita tu po.
-patua, ya, chao a las 9.
-ok, nos vemos.
Llegué antes pensando que mierda decirle. "Hola amiga, necesito contarte que soy prostituta, vienen mis padres y necesito esconder algunas cosas y alejar a un cliente que me está extorsionando" Si, súper fácil. Mierda qué hacía.
Llegó, y me notó nerviosa. "Ya amiga, sin rodeos, directo al hueso, no por nada invitay tu a tomarnos un café y estay tan urjida". No sabía como lo iba a tomar, quizás se iba con críticas de lleno, o le daría lástima o, en el caso más remoto, me iba a apoyar.
"Vale, estoy metida en el medio cacho. No sé como contarte y no me interrumpas, es largo.
El tema es, que no te confié algo importante que me estaba pasando, y ahora te voy a decir" - "¡ya po dime!" -
"ya, te digo, mañana vienen mis papás de Conce, y tengo que esconder unas cosas en tu depa, no las pueden ver-¿porqué?- porque son cosas caras, que obtuve de un trabajo, ya weona, no me mires así"
-" ¿De qué trabajo? ¿Anday traficando? (se rie) ahh no po, de puta (se rie con más fuerza), te imaginay? ya po cuenta...
-" Es que estoy en una agencia de damas de compañía, algo súper normal vale, nada raro... "
-" jajaja, que eres wevona, ya po cuenta, porque ¿me estay weveando cierto?
-" ¿y pa que haría eso? esa es la verdad, ya si no es pa tanto, onda acompaño a los viejos cuicos a sus comidas y chao, nada más, si no es puterío la cosa tontorrona"
- Cuentamelo todo.
Y ahí, yo mintiéndole en cierta medida a mi amiga. Pintándole todo muy lindo, casi de reinas y modelos sobre mi trabajo y ocultando la verdad. En el fondo no me serviría de nada contarle todo a estas alturas.
Bueno, el cuento es que me iba a guardar las cosas en su casa. Asunto de mis padres arreglados, pero quedaba el otro problema, el de Ivàn.
Contacté a otra mujer que trabajaba en lo mismo, pero era de otra ciudad. Estaba en Santiago solo de paso, así que le pedí que contactara al hijo de puta. Obviamente le tuve que pagar, total, entre nosotras nada sale gratis.
La idea original era que lo atendiera, y cuando estuviera durmiendo le sacara documentos y plata, pa' asustar al weoncito pues, y claro, ella iba a tener a unos hombres que le iban a pegar un poco. El tema es que se excedieron. La mujer lo dopó, lo amarró y le sacaron cresta y media. Casi lo matan, fue un tema comentado en el colegio, porque al "pobre señor xxxx" lo habían asaltado en plena calle si "SANTIAGO ESTÁ TAN PELIGROSO" Qué manera de esconder todo.
Claro que Iván no es tan wevón como pensé, y de inmediato las tomó contra mí. Me llamó por teléfono con amenazas de muerte, me tiraban piedras al departamento o "extrañamente" aparecían topones en mi auto.
Así que tomé una decisión: cambiarme de dpto, decirle a la Donna para que de verdad le dieran una lección con mafia y todo al pelotudo y salirme del colegio. En resumen, evitar todo contacto con ese hombre y así yo poder vivir tranquila.
Iván "nuevamente" fue asaltado (no sé como mierda aún le creen eso) y nunca más pidió servicios, por lo menos no de la Donna, que acapara un 60% de Stgo, lo he visto nuevamente pero no me mira, al parecer el grupo de hombres hizo excelente su pega.
Ah...y Valeria, mi amiga de la U, ya no fue más mi amiga, me hizo el favor de guardar las cosas y chao pescao, no me habló más, no por lo menos como antes...
Tema aparte
Hace un mes más o menos me fui de viaje. Estuve fuera de Chile con uno de mis clientes. ¿Les cuento algo? ME PIDIERON MATRIMONIO.
JA! Adivinen qué contesté...