viernes, 7 de diciembre de 2007
8 rostros Part. 1
Me angustia un poco cuando no puedo escribir aquí. Cuando no tengo tiempo de ver tele o sentarme a comer galletas. Me meto a segundos y quiero hacerlo, prometo que si, pero suena el teléfono, ese que mis padres no conocen, ese celular que guardo para algunos y que contesta con una siempre candente voz. Esa mía que gime, que grita, que se queja y se alegra. La voz que ninguno de ustedes conoce.
Me había ido de viaje hace un tiempo, pero volví hace rato. Lo pasé bien, con un sólo cliente, acompañando en aburridas comidas de gente que no me podría importar menos, haciéndole creer que me mostraba el mundo y que estaba feliz de que me llevara de viaje, pero otra vez más, no me podría interesar menos.
En resumidas, andaba con "la weá" me quería quedar sola en mi cama santiaguina, tomando jugo de naranja y de vez en cuando a levantarme para ir al baño. Quería mandar todo a la cresta.
Fui al maldito viaje, probé sus sabores como les dije. Rico, claro, el problema es que después de eso tenía que seguir viéndolo, ¡una verdadera lata! Me gusta hacerlo, cobrar e irme, nada de escuchar historias, dármelas de mamá o esposa de nadie, pero eso es lo que me gustaría. Lamentablemente, no he sido entrenada para eso, debo responder estupideces, preguntar otras tantas, ser siempre atenta, delicada, ganosa y culta. A veces me dan ganas de decirles " que te pasa idiota que no sabes meterla? pero no, siempre lo hacen tan bien...
¿Les conté que quería mandar todo a la cresta? Creo que se nota. Pero a mi regreso ocurrió algo que me motivó. Quizás el viaje no era la mejor opción y me hizo pensar tonteras, pero el encuentro de regreso, simplemente genial.
Como falté tanto a algunas clases que me quedan, me conseguí para variar certificado médico con un cliente. Llegué a dar las explicaciones correspondientes, ni me había fijado de que había estado supuestamente enferma. Al salir de la sala me encuentro con Bárbara, una chica muy entusiasta y de carácter alegre, ojos lascivos y que por alguna extraña razón siempre buscaba acercarse a mi, aún cuando yo más que hablarle la escuchaba. Siempre le ponía atención a sus historias amorosas, ella creyéndose de lo más salvaje y "suelta de cuerpo" y yo pensando "Supiera que mi trabajo es ese mismo, y pagado". Nos fuimos a almorzar.
Comenzó a contarme sus cosas, como si fuera su intima amiga. Ya me daba risa ella, tan expresiva y gesticulando exageradamente. Su pelo castaño caía escalonado por sobre sus hombros, y la piel blanca me aseguraba que evitaba los rayos del sol a como de lugar. Unas pequeñas pecas sobre su nariz le daban un aspecto infantil, más con su flequillo tan recto sobre su frente, era divertida...pero mucho para mi. Invasiva como ella sola. Quien iba a pensar que terminaríamos en la misma cama, con 8 rostros desconocidos...
Pero vamos por el principio. Me comenzó a hablar de unos tipos que ni conocía, mirando y esperando mi aprobación de cada cosa que me contaba. Parecía como una adoslescente extasiada contándome sus experiencias, y yo que no puedo evitarlo le daba algunos consejos o sin querer decía cosas un tanto privadas....ella más abría sus ojos, ahora esperando en cada pausa que le dijera algo.
Cuando de repente sacó el tema. Me preguntó si alguna vez había estado con más personas, yo haciéndome la desentendida le pregunté a que se refería,
" acostarte con varios a la vez" me dijo. ¿Una orgía?, le pregunté, algo así, me respondió. Cuento corto es que me dijo: " Mira Carola, en el dpto 12xx por Manuel Montt todos los sábados nos juntamos, somos como 6, si quieres vas y puedes llevar a alguien, pero igual es discreto". Esta dulce e infantil niña, de cara tierna y ropa desaliñada, pero colorida, me estaba invitando a un encuentro swinger. Le pregunté más detalles y me decía que ella iba con la pareja de turno, los otros eran parejas estables, entre esos el dueño de departamento con su polola, ambos ingenieros, y los otros dos ella publicista y él músico.
Me contaba que a veces llegaban más y era todo muy simple, entretenido y confidencial. Yo me hice la " no gracias" pero me moría de la curiosidad, y claro, de verla a ella en acción...¿seré muy voyeur? Y no me aguanté las ganas...
Prometo no perderme por mucho para contar lo que sigue. Por mientras agarren a su pareja y averiguen donde queda el famoso dpto de Manuel Montt.
domingo, 4 de noviembre de 2007
Desde la distancia
VIAJANDO Y PROBANDO NUEVOS SABORES POR MI BOCA
FLUIDOS DULCES, AMARGOS, ACIDOS, ABUNDANTES, ESCASOS, SABROSOS, DESEOSOS, APURADOS Y PAUSADOS.
POR MI BOCA.
FLUIDOS DULCES, AMARGOS, ACIDOS, ABUNDANTES, ESCASOS, SABROSOS, DESEOSOS, APURADOS Y PAUSADOS.
POR MI BOCA.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Regreso religioso
Queridos y queridas:
Me tardé pero acá estoy. Estuve a punto de abandonar esto, de escribir. Pero me di cuenta que aún queda bastante que debo dejar salir.
Y ayer volvía a escribirles, pero sonó el teléfono y tuve que partir, el trabajo llama (no digo "deber" porque no lo es).
Y no estaba en ningún lugar paradisíaco haciendo de las mías. No les podría contar nada impresionante porque, ¿les digo la verdad? Estuve haciendo vida familiar, estuve en Conce un buen rato alejada de muchas cosas que me estaban haciendo daño. Supongo que tenía que volver mejor y lo he hecho. Todas, y cada una de nosotras colapsamos alguna vez.
Quedé en contarles sobre aquellos clientes extraños, y ¡vaya que los hay!
Están desde los que sólo pagan para mirar como me ducho, otros que lo hacen con películas pornos de fondo ( una lata), uno que goza jugando golfito en pelotas luego de hacerlo ( el snob más snob que he conocido).
Uno que aún vive con la mamá y debemos hacerlo a escondidas (me siento una colegiala en esa circunstancia) otro que está traumado porque no tiene testículos y un religioso que me lleva biblias de regalo cada vez que estamos juntos.
Ese último es Bruno. Un hombre de unos 45 años, de familia con apellido importante (podríamos dejarlo en Errázuriz, que mala me he puesto) aún no se casa y estuvo en un seminario religioso en Europa.
Llegó a Chile hace un par de años y nos conocimos en una cena. Yo estaba en ese evento con otro cliente, y como nunca paro de trabajar, siempre atenta a mirar a otros posibles "trabajillos".
En eso lo vi a él, escuché su currículum...presa fácil. Típico religioso reprimido, pero extremadamente caliente e irrefrenable. Y no estaba equivocada.
No sé si tuvo una visión o fue el llamado del señor, pero al mes me llama. De repente me quiere convertir o que se yo.
No, quiere que nos juntemos a conversar y quizás algo más . Le explico que no estoy para "quizás", que me llame cuando quiera y esté seguro. No alcanzo a cortar cuando me dice "Bueno ya, juntémosnos sin quizás"
BINGO.
Ya estaba sacando cuentas y viendo cuanto del porcentaje dejaría en mi cuenta y cuanto gastaría. Deben pensar que me compro ropa, me pago solariums o extensiones (jamás me imaginen con esa chabacanería en la cabeza), pero no gasto en eso, no mucho por lo menos. Gasto en decoración y el resto a mi cuenta. Al principio me compraba de todo, pero ya tengo mucho, quiero ahorrar para cuando deje esto o ya no sirva, porque así es la cosa...
En fin...
Nos encontramos en un café y conversámos largo rato. Me aburría un poco. En realidad bastante. ¡Qué hombre más fome!Le dije que podíamos seguir conversando en mi dpto. No sé en que minuto me creyó eso de conversar. Aceptó (tampoco es tan pánfilo, no se crea...)
Ya sabía que con él no era cosa de llegar y tirarse con todo . No. Cualquier movimiento podía asustarlo y claro, me tendría que pagar igual, pero no volvería...siempre el enganche queridos, resaltar el plus personal para que vuelvan.
Lo dejé sentado en el sofá mientras iba al baño.
Estaba sentado de espaldas a mi cuando llegué.
Puse mis dedos en su nuca y comencé a masajearle suavemente mientras mi otra mano bajaba por su pecho.
Mi boca buscaba su cuello, y lo encontraba. Suavemente acariciaba con mi lengua el contorno de su oreja, mientras desviaba mi mirada para ver el efecto en el bulto de su pantalón. Y miré...era hora de bajar su cierre.
El estaba quieto...sólo atinaba a mover su cabeza hacia atrás, cerrar sus ojos y presionar el sillón con sus manos. Trataba de contener ese grito, esa queja que son una delicia en mis oidos...ese gemido que en el fondo me dice: "Carola, sabes hacerlo tan bien" Y a la vez me excita, me excito de mi siendo buena en la cama. ¿Egocentrica? quizás, pero siempre gozándome, lo que no es malo.
Me puse delante de él. Ese día me había puesto una falda de jeans con una polera de corte en V color verde (dato rosa, estábamos en verano y yo mostrando mi bronceado) Muy teenager me veía, eso es cierto. Continúo.
Me paré delante de él y le saqué los zapatos. Cuando me ponía de pie, ligeramente rocé su pene que a esas alturas pedía a mi sexo. Pero lo haríamos esperar un poco.
Sus ojos me miraban vidriosos, excitados, súplicandome placer...La respiración agitada y la boca semiabierta. Tomé una de sus piernas, la subí y puse su pie en mi sexo mojado, quería que me sintiera con su pie, que lo moviera mientras me sacaba la polera. Sí, veía como me masturbaba con él.
Mientras me sacaba la polera, me presionaba contra él buscando más intensidad. Me encantaba sentir sus dedos jugando ahí, metiéndose entre mi calzón.
Le saqué el pie y me senté sobre él. Bendito sillón que ha sido testigo de tantas masturbaciones, sexo casual, sexo virtual y lesbo que ha soportado. Bendito sillón que me conoce como nadie; que me ve pintando, haciendo sexo oral, sacando cuentas, viendo tv o simplemente follando.
Me senté y subí mi falda. Me movía incentivando su calor. Lo besaba, jugaba entre el movimiento y su sexo, lo hacía esperar antes de sacarme lo demás, cómo sufría ese hombre. Como me calentaba viéndolo sufrir.
Me di vuelta dándole la espalda y le pedí que me sacara el sostén.
Por fin sacaba la mano del sillón, y las tenía mojadas...cuando sintió mi piel descubierta me apretó. Yo lancé un pequeño gemido porque, bueno, algunos ya saben que me encanta que me muerdan despacito o me aprieten. Comenzó a sobarme la espalda cada vez más fuerte. Sus movimientos eran cada vez más intensos, solo quería metérmelo...era hora de ir a la pieza.
Antes de eso lo incentivé. Le bajé el pantalón y le hice sexo oral, pero un poco, con mi boca sólo en la punta y con movimientos rápidos....lo demás venía en mi cama.
Lo llevé en un estado de calentura increíble. Lo hicimos con mucha pasión, después del sillón era otro Bruno. Como desesperado me penetraba con fuerza, los gemidos ya no eran ahogados sino que fuertes, sus movimientos dejaron de ser tímidos para volverse una herramienta intensa para mi placer. Con su boca chupaba cada parte de mi cuerpo, lo masturbaba con mis pechos y gozaba increíblemente. Quería comerse mi trasero y afanosamente me cambiaba de posición...Yo arriba queriendo que penetrara más y más...el abajo bajándome con sus manos en mis caderas, fuerte, intenso, rápidamente, más fuerte, rítmicamente al son de la temperatura de nuestros cuerpos. Mi cuerpo ya estaba mojado y el pelo desordenado no ayudaba a aliviar la sensación de calor. Saltaba al mismo tiempo que mi ingle chocaba con la otra...me agacho un poco sobre él...más fuerte y llega a doler la excitación...mi cuerpo no puede más, pide gritar, explotar...
Y acabamos juntos. Que cosa más rica...
Nos quedamos un rato tendidos sobre la cama. Mirando el techo...yo lo disfruté bastante. Y más encima me pagarían, no podía ser mejor.
Me levanté y fui al baño. Me metí a la tina que había dejado con agua y volví a vestirme rápidamente. Volví y seguía acostado.
"Disculpa" me dice...yo pensé " este huevón no trajo plata o qué..."
-¿Porqué?
-Por hacerte eso que te hice
-Pero si estuvo excelente
-No eres un objeto Amanda, no debí tratarte como uno
-Yo no te pido disculpas por tratarte como banco, No te enrolles, si está bien
A esas alturas quería que se fuera. Que se llevara su sermonería y me dejara sola para descansar, pero salió terco este Bruno.
Me habló una hora sobre el amor de Dios. Sobre el regalo del cuerpo y la unión entre seres que se aman. A mi me parecía un discurso de doble estándar del porte de un buque, pero no le decía nada, supongo para que volviera. $300 mil en una noche y por buen sexo da para escuchar sobre eso y más. Le dije que sí a todo, el muy tonto cree que no va a volver.
Quizás hasta piense que me va a reformar y hacerme una oveja del rebaño. Cuando se fue me dejó una biblia de él, de esas de bolsillo, no es biblia...nuevo testamento creo. Me dijo que lo leyera y pensara las cosas.
Se lo recibí. Me lo agradeció y se vistió (me dio todo ese sermón en pelotas sobre mi cama aún húmeda)
Se fue y desde ese día es mi cliente habitual. Goza hablándome de Dios al final de cada sesión y viendo como asiento con mi cabeza a todo. Lo mejor es cuando me trae rosarios de plata con oro. Y yo me pregunto donde se metió los votos de humildad o de pobreza.
En mi casa, de tantas visitas que me hace ya estoy que monto una capilla. Espero me recuerde en navidad, no estaría mal ¿no?
Que largo he escrito queridos...Creo que me hacía falta contarles estas cosas. Ni diario de vida tengo, cualquiera lo puede encontrar. Pero acá, acá nadie me conoce, soy solo letras.
ciao estimadísimos.
Me tardé pero acá estoy. Estuve a punto de abandonar esto, de escribir. Pero me di cuenta que aún queda bastante que debo dejar salir.
Y ayer volvía a escribirles, pero sonó el teléfono y tuve que partir, el trabajo llama (no digo "deber" porque no lo es).
Y no estaba en ningún lugar paradisíaco haciendo de las mías. No les podría contar nada impresionante porque, ¿les digo la verdad? Estuve haciendo vida familiar, estuve en Conce un buen rato alejada de muchas cosas que me estaban haciendo daño. Supongo que tenía que volver mejor y lo he hecho. Todas, y cada una de nosotras colapsamos alguna vez.
Quedé en contarles sobre aquellos clientes extraños, y ¡vaya que los hay!
Están desde los que sólo pagan para mirar como me ducho, otros que lo hacen con películas pornos de fondo ( una lata), uno que goza jugando golfito en pelotas luego de hacerlo ( el snob más snob que he conocido).
Uno que aún vive con la mamá y debemos hacerlo a escondidas (me siento una colegiala en esa circunstancia) otro que está traumado porque no tiene testículos y un religioso que me lleva biblias de regalo cada vez que estamos juntos.
Ese último es Bruno. Un hombre de unos 45 años, de familia con apellido importante (podríamos dejarlo en Errázuriz, que mala me he puesto) aún no se casa y estuvo en un seminario religioso en Europa.
Llegó a Chile hace un par de años y nos conocimos en una cena. Yo estaba en ese evento con otro cliente, y como nunca paro de trabajar, siempre atenta a mirar a otros posibles "trabajillos".
En eso lo vi a él, escuché su currículum...presa fácil. Típico religioso reprimido, pero extremadamente caliente e irrefrenable. Y no estaba equivocada.
No sé si tuvo una visión o fue el llamado del señor, pero al mes me llama. De repente me quiere convertir o que se yo.
No, quiere que nos juntemos a conversar y quizás algo más . Le explico que no estoy para "quizás", que me llame cuando quiera y esté seguro. No alcanzo a cortar cuando me dice "Bueno ya, juntémosnos sin quizás"
BINGO.
Ya estaba sacando cuentas y viendo cuanto del porcentaje dejaría en mi cuenta y cuanto gastaría. Deben pensar que me compro ropa, me pago solariums o extensiones (jamás me imaginen con esa chabacanería en la cabeza), pero no gasto en eso, no mucho por lo menos. Gasto en decoración y el resto a mi cuenta. Al principio me compraba de todo, pero ya tengo mucho, quiero ahorrar para cuando deje esto o ya no sirva, porque así es la cosa...
En fin...
Nos encontramos en un café y conversámos largo rato. Me aburría un poco. En realidad bastante. ¡Qué hombre más fome!Le dije que podíamos seguir conversando en mi dpto. No sé en que minuto me creyó eso de conversar. Aceptó (tampoco es tan pánfilo, no se crea...)
Ya sabía que con él no era cosa de llegar y tirarse con todo . No. Cualquier movimiento podía asustarlo y claro, me tendría que pagar igual, pero no volvería...siempre el enganche queridos, resaltar el plus personal para que vuelvan.
Lo dejé sentado en el sofá mientras iba al baño.
Estaba sentado de espaldas a mi cuando llegué.
Puse mis dedos en su nuca y comencé a masajearle suavemente mientras mi otra mano bajaba por su pecho.
Mi boca buscaba su cuello, y lo encontraba. Suavemente acariciaba con mi lengua el contorno de su oreja, mientras desviaba mi mirada para ver el efecto en el bulto de su pantalón. Y miré...era hora de bajar su cierre.
El estaba quieto...sólo atinaba a mover su cabeza hacia atrás, cerrar sus ojos y presionar el sillón con sus manos. Trataba de contener ese grito, esa queja que son una delicia en mis oidos...ese gemido que en el fondo me dice: "Carola, sabes hacerlo tan bien" Y a la vez me excita, me excito de mi siendo buena en la cama. ¿Egocentrica? quizás, pero siempre gozándome, lo que no es malo.
Me puse delante de él. Ese día me había puesto una falda de jeans con una polera de corte en V color verde (dato rosa, estábamos en verano y yo mostrando mi bronceado) Muy teenager me veía, eso es cierto. Continúo.
Me paré delante de él y le saqué los zapatos. Cuando me ponía de pie, ligeramente rocé su pene que a esas alturas pedía a mi sexo. Pero lo haríamos esperar un poco.
Sus ojos me miraban vidriosos, excitados, súplicandome placer...La respiración agitada y la boca semiabierta. Tomé una de sus piernas, la subí y puse su pie en mi sexo mojado, quería que me sintiera con su pie, que lo moviera mientras me sacaba la polera. Sí, veía como me masturbaba con él.
Mientras me sacaba la polera, me presionaba contra él buscando más intensidad. Me encantaba sentir sus dedos jugando ahí, metiéndose entre mi calzón.
Le saqué el pie y me senté sobre él. Bendito sillón que ha sido testigo de tantas masturbaciones, sexo casual, sexo virtual y lesbo que ha soportado. Bendito sillón que me conoce como nadie; que me ve pintando, haciendo sexo oral, sacando cuentas, viendo tv o simplemente follando.
Me senté y subí mi falda. Me movía incentivando su calor. Lo besaba, jugaba entre el movimiento y su sexo, lo hacía esperar antes de sacarme lo demás, cómo sufría ese hombre. Como me calentaba viéndolo sufrir.
Me di vuelta dándole la espalda y le pedí que me sacara el sostén.
Por fin sacaba la mano del sillón, y las tenía mojadas...cuando sintió mi piel descubierta me apretó. Yo lancé un pequeño gemido porque, bueno, algunos ya saben que me encanta que me muerdan despacito o me aprieten. Comenzó a sobarme la espalda cada vez más fuerte. Sus movimientos eran cada vez más intensos, solo quería metérmelo...era hora de ir a la pieza.
Antes de eso lo incentivé. Le bajé el pantalón y le hice sexo oral, pero un poco, con mi boca sólo en la punta y con movimientos rápidos....lo demás venía en mi cama.
Lo llevé en un estado de calentura increíble. Lo hicimos con mucha pasión, después del sillón era otro Bruno. Como desesperado me penetraba con fuerza, los gemidos ya no eran ahogados sino que fuertes, sus movimientos dejaron de ser tímidos para volverse una herramienta intensa para mi placer. Con su boca chupaba cada parte de mi cuerpo, lo masturbaba con mis pechos y gozaba increíblemente. Quería comerse mi trasero y afanosamente me cambiaba de posición...Yo arriba queriendo que penetrara más y más...el abajo bajándome con sus manos en mis caderas, fuerte, intenso, rápidamente, más fuerte, rítmicamente al son de la temperatura de nuestros cuerpos. Mi cuerpo ya estaba mojado y el pelo desordenado no ayudaba a aliviar la sensación de calor. Saltaba al mismo tiempo que mi ingle chocaba con la otra...me agacho un poco sobre él...más fuerte y llega a doler la excitación...mi cuerpo no puede más, pide gritar, explotar...
Y acabamos juntos. Que cosa más rica...
Nos quedamos un rato tendidos sobre la cama. Mirando el techo...yo lo disfruté bastante. Y más encima me pagarían, no podía ser mejor.
Me levanté y fui al baño. Me metí a la tina que había dejado con agua y volví a vestirme rápidamente. Volví y seguía acostado.
"Disculpa" me dice...yo pensé " este huevón no trajo plata o qué..."
-¿Porqué?
-Por hacerte eso que te hice
-Pero si estuvo excelente
-No eres un objeto Amanda, no debí tratarte como uno
-Yo no te pido disculpas por tratarte como banco, No te enrolles, si está bien
A esas alturas quería que se fuera. Que se llevara su sermonería y me dejara sola para descansar, pero salió terco este Bruno.
Me habló una hora sobre el amor de Dios. Sobre el regalo del cuerpo y la unión entre seres que se aman. A mi me parecía un discurso de doble estándar del porte de un buque, pero no le decía nada, supongo para que volviera. $300 mil en una noche y por buen sexo da para escuchar sobre eso y más. Le dije que sí a todo, el muy tonto cree que no va a volver.
Quizás hasta piense que me va a reformar y hacerme una oveja del rebaño. Cuando se fue me dejó una biblia de él, de esas de bolsillo, no es biblia...nuevo testamento creo. Me dijo que lo leyera y pensara las cosas.
Se lo recibí. Me lo agradeció y se vistió (me dio todo ese sermón en pelotas sobre mi cama aún húmeda)
Se fue y desde ese día es mi cliente habitual. Goza hablándome de Dios al final de cada sesión y viendo como asiento con mi cabeza a todo. Lo mejor es cuando me trae rosarios de plata con oro. Y yo me pregunto donde se metió los votos de humildad o de pobreza.
En mi casa, de tantas visitas que me hace ya estoy que monto una capilla. Espero me recuerde en navidad, no estaría mal ¿no?
Que largo he escrito queridos...Creo que me hacía falta contarles estas cosas. Ni diario de vida tengo, cualquiera lo puede encontrar. Pero acá, acá nadie me conoce, soy solo letras.
ciao estimadísimos.
martes, 4 de septiembre de 2007
jueves, 5 de julio de 2007
Amanda la instructora con su camarita online
Yo sé que algunos guardan la esperanza de que me enamore perdidamente de alguien, quiera salirme de la pega y seguir con mi vida como si nunca hubiera tenido sexo por lucas.¡ No me vean las huevas por favor!. No se puede. Y simplemente porque yo no quiero, no porque sea algo utópico, ¡no tengo ganas y qué tanto!.
Y me ha tocado de todo en este mundo señoras y señores. Chile tierra fertil, crece cualquier wevada.
¿Si he estado con algún famoso? Claro. ¿Con más mujeres después de Julia? Porsupuesto.¿Con un vejestorio? Si. Tengo mi cuerpo lleno de huellas ajenas. Un cuerpo que no reclama y se entrega al placer...un placer tan exquisito que siempre vuelven.
Este tiempo que he estado tan desaparecida, es por una simple razón: Trabajo independiente ahora. En realidad, me convertí jefa de unas niñas nuevas. Prácticamente se las robé a la Donna, y es que esta señora se llevaba gran parte de la plata. Ni que ella pusiera el poto, las ganas y las sonrisitas que nosotras debemos asumir. Y los contactos no cuestan nada, hombres calientes y con plata están por todos lados.
El problema es que estas cabras nuevas son harto wevonas. Hay una que le dices pico y le tiritan las piernas. Otra poco selectiva que cree que por ser dama de compañía ( puta, escort o como quieran llamarle, total es la misma wevada) se tiene que involucrar con la mitad de Chile. Hay una rubia tarada que no puede ser más cliché, y definitivamente se ha ganado varios clientes, y es que hasta yo la miro caminar y siento un calor en mi sexo, queridos, les encantaría.
Y en eso estoy. Las reuno en mi casa, les enseño algunas técnicas (que no mencionaré aquí en caso de ser usted un cliente). Llegaron súper parqueadas. Tímidas y llenas de preguntas. Eran 5 chicas, universitarias de clase media. Nos reunimos en mi ex dpto (algunos a través de gtalk ya saben que me entraron a robar y me cambié) para conocernos, yo debía verlas en terreno, ver como actuaban, qué hacían...y costará, de verdad costará.
A la Donna le tomó 4 meses conmigo, a ellas les doy 6 meses. 6 meses para no seducir tan robóticas como estas niñas que salen presentando videos nocturnos por red tv. Para aprender a moverse, a ocupar sus labios, su manera de caminar, las palabras queridos...ni se imaginan cuanto poder tienen las palabras...
Les iré contando como van estas chicas.
Punto aparte que quiero comentarles estimados. Hace un tiempo me agregó un chico a msn.Creí que podría ser un cliente y resulta que no tengo la más mínima idea de quien pueda ser. No sé si se filtró mi correo en alguna parte o simplemente como dijo él " te saqué de una cadena"...pura mierda que obvio no creo. Pero le di una oportunidad para hablar. De un tiempo a esta parte mi lista se ha visto reducida considerablemente.
Resulta ser un chico muy guapo. Me puso su camara, yo puse la mia. Así, muy arriesgada y sin cobrar. Fue divertido...Lo pasé realmente bien y qué manera de excitarme mirándolo. Primero comenzamos a decirnos cosas calientes, situaciones que nos imaginabamos del otro..de un momento a otro la humedad entre mis piernas era evidente. Las cosquillas en mi sexo pedían a gritos unas auto-caricias.
Él? él ya se estaba masturbando. Nunca he sido de excitarme viendo como se masturban (¿para qué si lo puedo hacer yo?) pero con este chico mis dedos corrieron hacia el cierre de mi pantalón. Me acomodé en la silla y seguí con esta complacencia virtual.
El juego consistía en mirarnos, escribirnos cosas calientes y seguir mirándonos. Yo ya estaba sin polera (den por hecho que sin sostén) y él ya en pelotas. Era de Argentina, asi que no me dio miedo el tema de "te conozco Carola-Amanda" y me entregué a conocer este tipo de sexo virtual que antes me parecía muy imbécil (ahora no me parece menos imbécil, pero ¡para qué vivir la angustia de no ser tocada por otro!).
Y me puse lúdica. Puse la cámara en su mejor ángulo. Desplacé el sofa y desplegué toda una performance. Uno tiene sus herramientas para autocomplacerse, no dejé de utilizarlas. Me acosté sobre el sofa y dejé correr mi imaginación como si nadie me estuviera observando a través de una cámara web. Pero en el fondo, lo que más me calentaba era pensar que un chico al otro lado de la cordillera se masturbaba mirándome tendida a pelo suelto sobre el tercioplelo azul que gemía junto a mí.
Me encanta gemir. Si alguna vez un cliente me pide que no gima por temor a ser descubierto en algún lado,lo paso pésimo...le hago lo que quiera pero sin una gota de placer....¡qué wevón más fome!
Ya en un momento ni me importó el argentino con aire de italiano sudamericano, sólo quería acabar...llenar cada espacio de mi sexo con el juguetito comprado hace un tiempo. Tomaba mis pechos, los mordía, lamía...apretaba mis pezones con fuerza...apretaba mi entrepierna para sentir más presión...que infinito es el placer estimados...
Ustedes pensaran ¿ y si esta tiene sexo a cada rato...para qué masturbarse? Les digo que el hecho de que me paguen por hacerlo no quiere decir que lo pase tan bien. Me gusta autocomplcerme por el simple hecho de que puedo hacerlo y es exquisito.
Preguntenle a cualquier mujer si se masturban y las wevonas se pondrán rojas y les dirán que son unos desubicados, cochinos qué como se les ocurre. MENTIROSAS. A cierto tiempo autocomplacerse se vuelve cotidiano...y tocar su propio sexo debería ser un deber. Con razón las chilenas están tan mal sexualmente, si ni siquieran son capaces de averiguar qué mierdas les gusta.
Al final el chico eyaculó en cámara. Vi como se limpiaba con un confort todo roñoso y hasta ahí llegó lo sexual de la camarita. No admitir. Eliminado.
Suena mi telefono. Eduardito el de gustos raros.
-¿Ahora? claro, pásame a buscar, si, lo mismo de siempre...ciao querido.
Ese fue Eduardito el raro, quiere atenderse...porqué así? ya les contaré sobre mis clientes un tanto "extraños" en la otra. Ahora me voy a soñar unos sueños mojados...últimamente me ha pasado eso.
Adivinen quién es la chica de la foto...
viernes, 8 de junio de 2007
ELLA SENTIMENTALOIDE
QUÉ TONTERA...
Estaba en mi casa, revisando mi correo y terminando unas pinturas, cuando suena mi celular. Era un chico que había visto mis fotos en la página y quería una hora. Voz de pendejo tenía, asi que no lo pesqué mucho. Me dió la dirección de su casa y partí. Trabajo es trabajo.
De partida no estaba en su casa, sino que con unos amigos tomando y conversando. Cuando llegué se pusieron nerviosos, se notaba que era primera vez que hacían algo así. Y eran atractivos, de unos 24 años aproximadamente y todos observandome como animal de zoológico. Curiosos.
Pregunté quien era el afortunado de la noche, porque ni cagando atendía a la manga de calientes. Y ahí apareció este chico...Un metro 80 más o menos, buen físico, tez morena y ojos verdes, pelo desordenado, un poco de barba, atractivo totalmente. No sabía porque un chico como él pediría este tipo de servicios, estoy segura que cualquier chica estaría dispuesta a estar con él sin tener que pagar. Una chica así como yo...primera vez que pienso que no le cobraría.
El asunto es que me saludó muy canchero, tratando de parecer normal y seguro. Pero se notaba que por dentro habían mil cosas a punto de estallar. Y tenía ojos de pena. Obvio que mientras conversábamos me examinaba entera, y yo, bueno, primera vez que me cohibía una mirada.
"No Carola, no lo mires tanto, no te atrevas a que te guste un cliente, contrólate Carola, que al final de la noche tendrás que cobrar". Me ofrecía y ofrecía cosas para tomar, yo aceptaba, total hay una técnica milenaria para parecer que tomas, cuando en realidad no. Hasta que finalmente le dije: " ¿Bueno y? a lo que vinimos" Silencio en la sala. Nerviosismo. Y él " bueno, si po, pasemos allá" Yo no sé quien habrá estado mas nervioso en ese momento, si él o yo.
Se llamaba Juan y estudiaba comunicación audiovisual. Era lindo. Simpático...y yo, no quería mirarlo más. Entramos a la pieza y yo entré al baño antes. Parecía que iba a tener sexo casual con alguien que me gustaba. Y no, era un cliente, me lo tenía que meter en la cabeza.
Cuando salí del baño estaba él sentado en la cama. No se dio vuelta a notar mi presencia, así que lo tome de los hombros y comencé a acariciarle el cuello, con pequeños masajes...y besos. Era exquisito ver como levantaba la cabeza y cerraba sus ojos al sentirme cerca con mi lengua suavemente posándose por su lobulo de la oreja, con esos pequeños mordiscos. Mientras tanto, él con sus manos hacia atrás acariciaba mis muslos, que esa noche serían de él.
Yo trataba de no mirarlo, no podía gustarme de esa manera. Además, siempre sería una puta que llamó por telefono. Finalmente se dio vuelta y se tiró encima mio en la cama. ¿Porque mierda me miraba tanto? Yo cerraba los ojos, quería hacerlo e irme, evitarme estas cosas con sentimientos.
Yo he tirado con clientes atractivos. Claro que sí. Pero este tipejo no sé porque causó tanto.
Empezó a sacarme la ropa con cuidado. Y yo rogaba para que fuera un wevón brusco con calzoncillos de monitos, por último así me mataba las pasiones. Algunos dirán que cuando me acuesto con otros clientes no me caliento, pero con él era distinto, yo quería acostarme con él y no tener que irme...acostarme con él y saber de sus cosas, conversar. Estaba perdida.
Y no me mató las pasiones. Se comportaba como todo lo que esperaba. Se notaba que nunca había estado con una puta, tan delicado en tocarme, tan tranquilo como si el tiempo por dinero aquí no corriera. Como si en una hora yo no me iba a vestir y despedirme. Como si no le fuera a cobrar por cada caricia...
Primera vez que primero me hacen sexo oral a mi. Primera vez que beso a ojos cerrados con tanta soltura. Me dejé llevar completamente. Parecía una niña de 15 desesperada por sus caricias, primera vez que sentía que la situación se podía ir de las manos. Pero no. Lo saqué de ahí abajo y comencé a tratarlo con rudeza, parece que más le gustó.
Me puse encima de él y saqué lo que me quedaba de ropa. Por mientras escuchaba que sus amigos estaban en un computador cerca de la habitación, viendo más compañeras de trabajo. Pero yo estaba con él...a oscuras en esa pieza ajena de los dos, a oscuras buscando con desesperación nuestros labios, mientras el saboreaba mis pechos y entre mis piernas ya sentía el jugo de mi sexo.
Eran gemidos ahogados dentro de ese cuarto. Las ventanas estaban cerradas porque hacía frío, pero nuestros cuerpos estaban mojados y se resbalaban entre ellos. Se acababa el juego previo y venía el sexo propiamente tal..." No lo mires Carola, no lo mires, que no te guste este condenado" Justo en el momento que iba a penetrarme me dice
" Mírame" tuve que mirarlo mientras me penetraba, mis ojos un poco desorbitados quería que se adentrara más. Era un suplicio exquisito mirarlo.
Lo hizo con tranquilidad, como si con su sexo sintiera cada espacio del mio. Y empujaba mis caderas hacia abajo, mientras con otra apretaba con fuerza uno de mis pechos. Yo con una mano me tocaba abajo y arriba, que manera de moverme, que manera de desearlo. Primera vez también, que tengo un orgasmos haciéndolo lentamente, un orgasmos tan sentido, tan profundo una explosión que nos hizo gritar de placer.
Pero venía el momento que me daba terror. En otro caso hubiera sido el momento más placentero: cobrar. Pero sentí que me dio tanto placer que casi sería injusto. Pero el no tenía porqué saberlo...
Lo noté incómodo cuando terminamos. Nos quedamos desnudos tirados en la cama, mientras el puso música. Me quedé mas rato de lo normal, escuchando música junto a él. No hablabamos y yo tenía tantas cosas que contarle, tanto que decirle. Se paró y caminó hacia el baño...
Yo por mientras me vestí. No andaba en auto ese día asi que habíamos quedado en que me iba a dejar. Salió con la cara mojada, un poco nervioso cuando me vio. " Anda a dejarme, pero págame ahora" (un dolor nunca antes sentido al decir eso...)- "Si obvio, toma...vamos".
Plata de mierda. Seguramente al conocerlo en otro lugar, de otra manera...pero no, seguramente estaba weviando con sus amiguitos y decidieron experimentar. Seguramente me vieron en la página y se calentaron...seguramente dijeron que yo era la calentona indicada. Y yo pensando wevadas sentimentaloides.
Me fue a dejar. Casi ni hablamos. Estaba más triste que antes. Me preguntó algunas cosas que yo respondía con entusiasmo. Nos despedimos y hasta nunca...o hasta nuevo servicio...
Pero no. Al otro día lo llamé para pedirle algo que se me quedó. se notaba asustado. En realidad era un niño asustado después de lo que pasó...que desilusión. Hasta ahí llegó este seudo enamoramiento. Hasta ahí porque me di cuenta de quien era yo y lo que JAMÁS debía pasarme. Gustarme un cliente jaja, que tontería. Una niña que aún no aprende. Pero igual a veces quiero llamarlo, me estoy poniendo estúpida. Y no me gusta, me carga esto de sentir cosas, ¿que me he creído?
lunes, 28 de mayo de 2007
Ella y Ella final..comienzo de Ella con sentimientos...
Julia querida se fue a abrir la puerta. Yo mientras, estaba en la cocina vestida solo con mis calzones, ya que hace poco estabamos jugueteando en la cama. Cuando sonó el timbre me dieron ganas de ir a la pieza, ya que la cocina se veía desde la puerta y podrían entrar y verme, pero después pensé: " mmm no, debe ser alguien de recepción, no lo hará pasar"
"Venga, pasa"-dice Julia. Escucho la voz de Pedro. No. No podía ser, ¿qué estaba haciendo ahí?. Me quedé paralizada, no es que le tuviera miedo, si era un cliente no más, pero imaginense me deja botada en otro país, o con sus influencias hace que me detengan...Me Asusté.
Preguntó por mi un poco extrañado y Julia le dice claramente: Está en la cocina. MALDITA, COMO NO PIENSA QUE PUEDE SER MI NOVIO, COMO TAN PERRA. En esos momentos la odié, por ser tan descarada, tan maquiavélica,ella no sabía que era un cliente, qué se creía esta Julia exquisita...
Y Pedro me vio. Solo atinó a preguntarme que qué pasaba y yo solo atiné a decirle que "nada". Me fui a la pieza, me comencé a vestir. Mientras tanto Julia le ofrecía agua y le decía chistes, él no se reía...
" Vamos, vamos"-le dije mientras lo sacaba de ahí, Julia me hizo prometer que la volvería a llamar con voz coqueta. Pedro nos miraba mientras yo le decía que si en un susurro cerca de sus labios, pobre tipo ni hablaba!
Ya en nuestra habitación me pregunta que mierda hacía en calzones en la cocina de esa española, -¿ qué te pareció a ti querido? - No sé , dime tú. - No lindo, no tengo porqué decirte nada, no te tomes atribuciones.
Listo, me lo saqué de encima. En realidad no tenía que darle ningún tipo de explicación si no es nada mio. Lo que sí, debía buscar la manera de despedirme de Julia, y quería hacerlo a pesar de hacer que Pedro notara algo "extraño", así que esperé que este se durmiera (después de 3 sesiones se sexo) y me escabullí por los pasillos hasta su habitación.
Toqué la puerta y no salía. Tuve que tocar 5 veces para que se asomara...un poco cansada me preguntó qué quería. "Despedirme, mañana vuelvo a Chile"- Entonces suerte, ahora no puedo atenderte, a no ser que quieras reunirte a NOSOTRAS. ¡Estaba con otra mujer! ahora muchos se desilusionarán, pensarán que hicimos un trío femenino, pero me fui. Le di un beso increible y largo y le di las gracias por la experiencia, pero hasta ahí llegaba yo. Y volví a la cama con Pedro.
Me di vueltas muchas veces. Estuve a punto de ir, pero a mi quien me gustaba era Julia, no la otra mujer...y prefería recordar a Julia sólo conmigo...no con otra.
Llegando a Chile Pedro le contó a la Donna lo de Julia, ella se rió de buena gana, yo también. Se enojó asi que quiso hacerme mala reputación diciéndoles a los clientes que me metía con mujeres. Bruto. Mis pedidos aumentaron casi en un 30% Gracias Pedrito.
Hace unos días sentí. Cliente de mierda...ella no siente, nunca siente...pero creo que caí. Caí como una bruta.
viernes, 4 de mayo de 2007
Ella con "ella"
La vi por primera vez tomando desayuno en la terraza del hotel. Me llamaba la atención porque siempre la veía sola, viendo revistas, tomando agua y pintándose los labios. Se vestía bien extraño, llena de pañuelos, muchos colores y aros largos, igual que su cuello.
Pensé primero que miraba a Pedro. No quitaba la vista de nuestra mesa, a ratos sonreía coqueta, lo que me daba lo mismo, de hecho me daba risa la situación, “supiera que me pagan por estar aquí” pensaba. Así eran todas las mañanas: tomar desayuno con su mirada clavada en nosotros, las sonrisas que cada vez fueron más directas hacia mí, y sus labios mojados por el té matutino.
Jamás se me pasó por la cabeza involucrarme con una mujer. Ni siquiera en mi trabajo lo había hecho, no estaba dentro de mis planes, ni de mis deseos. Pero ella, ella es gusto de cualquier sexo, es una mujer increíble, sus dientes, sus ojos negrísimos, sus labios perfectos, su voz.
Bueno, en las tardes yo quedaba sola, porque Pedro salía a ver los temas ligados a su empresa. Entonces me las daba de turista y salía a pasear. En una de esas tardes me la topé en el hall del hotel. Estaba sentada esperando algo, mientras yo me paseaba para que me viera, no quería salir de ahí sin que me hablara. Pero no se me acercó. Me dio rabia que no me dijera nada, sentí una especie de traición, pero a la vez pensaba: “si es una mujer carola, da lo mismo, nunca tan falta de amigas” No aceptaba que ella me atraía mucho más sexualmente que emocionalmente.
La primera vez que cruzamos palabras, fue cuando dejé las llaves de la pieza al encargado. Ella también estaba ahí recibiendo unos mensajes cuando me dice: “hola, como estáis” Ese “estáis” me dejó encantada de inmediato. Le dije que bien, pero un poco aburrida. Parecía una niñita de 15 deseando demasiado algo. No entendía bien porqué sólo quería su compañía, su aprobación a mis comentarios y tocarla.
Me invitó a un bar con artistas muy entretenido. Era todo bastante distinto a lo que me gusta en general. Yo soy más urbana, de bares empresariales minimalistas, no de bar circense con artistas medios hipies. Pero lo pasé tremendamente bien. Se notaba que en cada movimiento buscábamos tocarnos, las copas nos estaban surgiendo efecto, y cada risotada hacía acercar nuestras caras que cada vez corríamos menos. Quería besarla, sí, es cierto. Quería explorar en un cuerpo como el mío, meter mi lengua en su boca dulce, hasta me la imaginé desnuda con su cuerpo perfecto.
Tan bonito que escribo, pero la verdad es que me tenía re caliente Julia. ¿Una mujer calentándome? Ni en mis sueños más remotos. Pero quería frotarla entera, que ella descubriera mi cuerpo, experimentar con la española de voz ronca y mirada ardiente. Yo no sabía si ella sentía la misma calentura o no, pero me tiré a la piscina, pues pensé: “a lo más se enoja y calabaza calabaza cada una a su casa, es decir, a otro país”. Entre chiste y chiste, mareo por los tragos y risas fuertes, le pedí que me acompañara al baño. Obvio que con su “qué”
Nos levantamos bien mareadas las dos y entramos. Hice como que entré al baño. Hasta confort le pedí de mentira. Por dentro me daba risa lo que estaba haciendo, se suponía que era una de las putas más reconocida y trabajólica del último tiempo, y ahí estaba: en un baño de Canadá tratando de follarme a una mujer.
Pensé primero que miraba a Pedro. No quitaba la vista de nuestra mesa, a ratos sonreía coqueta, lo que me daba lo mismo, de hecho me daba risa la situación, “supiera que me pagan por estar aquí” pensaba. Así eran todas las mañanas: tomar desayuno con su mirada clavada en nosotros, las sonrisas que cada vez fueron más directas hacia mí, y sus labios mojados por el té matutino.
Jamás se me pasó por la cabeza involucrarme con una mujer. Ni siquiera en mi trabajo lo había hecho, no estaba dentro de mis planes, ni de mis deseos. Pero ella, ella es gusto de cualquier sexo, es una mujer increíble, sus dientes, sus ojos negrísimos, sus labios perfectos, su voz.
Bueno, en las tardes yo quedaba sola, porque Pedro salía a ver los temas ligados a su empresa. Entonces me las daba de turista y salía a pasear. En una de esas tardes me la topé en el hall del hotel. Estaba sentada esperando algo, mientras yo me paseaba para que me viera, no quería salir de ahí sin que me hablara. Pero no se me acercó. Me dio rabia que no me dijera nada, sentí una especie de traición, pero a la vez pensaba: “si es una mujer carola, da lo mismo, nunca tan falta de amigas” No aceptaba que ella me atraía mucho más sexualmente que emocionalmente.
La primera vez que cruzamos palabras, fue cuando dejé las llaves de la pieza al encargado. Ella también estaba ahí recibiendo unos mensajes cuando me dice: “hola, como estáis” Ese “estáis” me dejó encantada de inmediato. Le dije que bien, pero un poco aburrida. Parecía una niñita de 15 deseando demasiado algo. No entendía bien porqué sólo quería su compañía, su aprobación a mis comentarios y tocarla.
Me invitó a un bar con artistas muy entretenido. Era todo bastante distinto a lo que me gusta en general. Yo soy más urbana, de bares empresariales minimalistas, no de bar circense con artistas medios hipies. Pero lo pasé tremendamente bien. Se notaba que en cada movimiento buscábamos tocarnos, las copas nos estaban surgiendo efecto, y cada risotada hacía acercar nuestras caras que cada vez corríamos menos. Quería besarla, sí, es cierto. Quería explorar en un cuerpo como el mío, meter mi lengua en su boca dulce, hasta me la imaginé desnuda con su cuerpo perfecto.
Tan bonito que escribo, pero la verdad es que me tenía re caliente Julia. ¿Una mujer calentándome? Ni en mis sueños más remotos. Pero quería frotarla entera, que ella descubriera mi cuerpo, experimentar con la española de voz ronca y mirada ardiente. Yo no sabía si ella sentía la misma calentura o no, pero me tiré a la piscina, pues pensé: “a lo más se enoja y calabaza calabaza cada una a su casa, es decir, a otro país”. Entre chiste y chiste, mareo por los tragos y risas fuertes, le pedí que me acompañara al baño. Obvio que con su “qué”
Nos levantamos bien mareadas las dos y entramos. Hice como que entré al baño. Hasta confort le pedí de mentira. Por dentro me daba risa lo que estaba haciendo, se suponía que era una de las putas más reconocida y trabajólica del último tiempo, y ahí estaba: en un baño de Canadá tratando de follarme a una mujer.
Cuando salí, se estaba mirando al espejo pintándose los labios. Yo empecé a retocarme el maquillaje también cuando se me acercó. Yo estaba roja por el alcohol, cuando el cuerpo se te empieza a poner caliente y solo quieres dejarte llevar por algún cariño. Ella estaba acalorada también, con los ojos un poco dilatados y los labios más rojos que nunca.
Se me acercó y me preguntó si el maquillaje estaba bien. Yo apoyada en la pared, y sus labios rozando mi nariz con aire desafiante.
Se me acercó y me preguntó si el maquillaje estaba bien. Yo apoyada en la pared, y sus labios rozando mi nariz con aire desafiante.
Debe haber pensado que me iba asustar, pero en vez de eso me paré más erguida para que quedaran los labios cercanos y le respondí “se ven perfectos tus labios, ¿y los míos?” “Increíbles” Me dio una risa nerviosa que traté que fuera sexy para no espantarla, no podía creer lo que estaba viviendo.
Primero, besó mi labio superior, lo tomó y lo dejó de inmediato. A mi no me vienen con jueguitos de te doy y te quito, por lo que le tomé la nuca y le di un tremendo beso. Se sentía rico, suave, la lengua en la altura perfecta dentro de mi boca, una sincronización que hacía erizar mi cuerpo cada vez más. Nunca, con tan sólo un beso me había mojado tanto. Sentía como mi sexo se iba dilatando, palpitaba estrepitosamente pidiendo más movimientos, manos más profundas, más locura dentro de ese baño.
Instintivamente nos metimos a una caseta. Sé que no es el lugar más higiénico, pero a esas alturas importaba bien poco. Le saqué su chaqueta, su beatle rojo y pude por fin tocar sus senos contundentes. No eran chicos como algunos imaginarán, no, eran grandes, abultados, riquísimos. Mientras, ella desabrochaba mi camisa y chupaba mi lóbulo, cuando se encontró con mis pechos duros por la excitación, atacó con ansias, chupaba increíble, tocaba suave con las manos, pero fuerte con su boca.
Abajo mi sexo no aguantaba más, me desabroché yo misma los pantalones y se lo pedí. Sexo oral hecho por una mujer era el privilegio de esa noche. Me los bajó y yo abrí mis piernas. Ella agachada tocaba mis muslos ya jugosos e introdujo primero sus dedos. Esa mujer claramente tenía un talento con los dedos, al buen chileno “tenía dedos para el piano”. De la pura emoción golpeé la pared de la caseta, ¡qué placer Julia querida!. Y luego furiosamente tu lengua, jugando con distintos tiempos, más rápido, luego lento. Tu lengua profunda, tus labios besando cada espacio, tu mirada desde abajo con los ojos idos de placer. Era mucho, y bueno.
Me tocaba a mí. Nunca había chupado el sexo femenino. Pero tenía ganas de ver a Julia gozando del placer. Le bajé sus pantalones y me encuentro con su sexo, blanco, suave, pequeñito y mojado, listo para mi boca. Creo que fui buena, lo hice con una buena intensidad, y por lo gemidos de Julia la cosa estuvo buena. Es rico el sexo femenino, es suave y cómodo para el sexo oral, tiene más fibras sensitivas al parecer y el sabor del jugo de la española era exquisito.
Lo pasé bien, fue excitante sentir como entraban al baño y se iban en silencio para no interrumpirnos. Me sentía una malvada niña, con una malvada mujer (Julia es 8 años mayor que yo). Debo confesar que me hizo falta de igual manera la penetración. Quizás si hubiéramos tenido algo a mano para suplementarlo habría sido diferente, pero qué importa, si después llegué y me acosté con Pedro.
Con la española estuvimos en su pieza todas las tardes. A veces salíamos, pero lo rico era quedarnos todo el día jugando a las caricias. Un día, Pedro llegó antes al hotel y preguntó por mí. El encargado de las llaves (que era un sapo) le dijo con quien estaba.
Primero, besó mi labio superior, lo tomó y lo dejó de inmediato. A mi no me vienen con jueguitos de te doy y te quito, por lo que le tomé la nuca y le di un tremendo beso. Se sentía rico, suave, la lengua en la altura perfecta dentro de mi boca, una sincronización que hacía erizar mi cuerpo cada vez más. Nunca, con tan sólo un beso me había mojado tanto. Sentía como mi sexo se iba dilatando, palpitaba estrepitosamente pidiendo más movimientos, manos más profundas, más locura dentro de ese baño.
Instintivamente nos metimos a una caseta. Sé que no es el lugar más higiénico, pero a esas alturas importaba bien poco. Le saqué su chaqueta, su beatle rojo y pude por fin tocar sus senos contundentes. No eran chicos como algunos imaginarán, no, eran grandes, abultados, riquísimos. Mientras, ella desabrochaba mi camisa y chupaba mi lóbulo, cuando se encontró con mis pechos duros por la excitación, atacó con ansias, chupaba increíble, tocaba suave con las manos, pero fuerte con su boca.
Abajo mi sexo no aguantaba más, me desabroché yo misma los pantalones y se lo pedí. Sexo oral hecho por una mujer era el privilegio de esa noche. Me los bajó y yo abrí mis piernas. Ella agachada tocaba mis muslos ya jugosos e introdujo primero sus dedos. Esa mujer claramente tenía un talento con los dedos, al buen chileno “tenía dedos para el piano”. De la pura emoción golpeé la pared de la caseta, ¡qué placer Julia querida!. Y luego furiosamente tu lengua, jugando con distintos tiempos, más rápido, luego lento. Tu lengua profunda, tus labios besando cada espacio, tu mirada desde abajo con los ojos idos de placer. Era mucho, y bueno.
Me tocaba a mí. Nunca había chupado el sexo femenino. Pero tenía ganas de ver a Julia gozando del placer. Le bajé sus pantalones y me encuentro con su sexo, blanco, suave, pequeñito y mojado, listo para mi boca. Creo que fui buena, lo hice con una buena intensidad, y por lo gemidos de Julia la cosa estuvo buena. Es rico el sexo femenino, es suave y cómodo para el sexo oral, tiene más fibras sensitivas al parecer y el sabor del jugo de la española era exquisito.
Lo pasé bien, fue excitante sentir como entraban al baño y se iban en silencio para no interrumpirnos. Me sentía una malvada niña, con una malvada mujer (Julia es 8 años mayor que yo). Debo confesar que me hizo falta de igual manera la penetración. Quizás si hubiéramos tenido algo a mano para suplementarlo habría sido diferente, pero qué importa, si después llegué y me acosté con Pedro.
Con la española estuvimos en su pieza todas las tardes. A veces salíamos, pero lo rico era quedarnos todo el día jugando a las caricias. Un día, Pedro llegó antes al hotel y preguntó por mí. El encargado de las llaves (que era un sapo) le dijo con quien estaba.
Y Pedro subió, llamó a la habitación, y la descarada de Julia…
A la otra les cuento, Pedrito se portó mal, pero me ayudó en el negocio, ja! Le salió el tiro por la culata.
A la otra les cuento, Pedrito se portó mal, pero me ayudó en el negocio, ja! Le salió el tiro por la culata.
lunes, 23 de abril de 2007
Matrimonio y nuevas experiencias
No se engañe
Pedro era mi cliente número 1. Siempre pedía mis servicios a la Donna, no tan sólo por sexo, sino que también para acompañarlo a ciertas comidas o sólo por un café matutino. De hecho, los amigos que no me “conocían” (o sea, que no se habían acostado conmigo) pensaban que era una de sus novias.
Como en Noviembre del año pasado pidió mi exclusividad, es decir, que no podía tener otro cliente en un tiempo determinado. Les contaré que eso cuesta bastante dinero, el cual él tenía gracias a una conocida cadena de vestuario nacional. Así, comencé a pasar gran parte de mi tiempo con él, me iba a buscar a la universidad, comíamos juntos en su oficina donde aprovechaba de prestarle mis servicios, en las noches lo acompañaba a inauguraciones de la tienda o desfiles internacionales. La verdad es que lo empecé a pasar excelente.
Además, el sexo con él era buenísimo. Sabía perfectamente como tocarme, y aunque siempre hacía el mismo recorrido con sus grandes manos, el resultado era bueno. Le gustaba la ropa interior con transparencias y si eran colores claros como blanco, rosado o beige, mucho mejor.
Comenzaba tirándome en la cama y metiéndo sus manos por debajo de mi falda, yo apretaba mis piernas cuando sus manos se acercaban a mi sexo. Luego, me masturbaba mientras yo le desabrochaba su pantalón con ímpetu. Era rico su miembro; buen tamaño, suave, potente, en general era exquisito. Después, subía hasta mis senos, apretándolos con ambas manos, para luego apoderarse de mis pezones con su boca, chupando rápido, luego lento, mordiendo, apretando con sus dedos las puntas ya duras y yo gimiendo, jadeando, pidiendo de una vez por todas sentirlo dentro.
Enseguida lo daba vuelta para quedar yo sobre él. Ya me había sacado toda la ropa, mientras el seguía con su pantalón desabrochado, entonces, se lo sacaba lentamente junto a su ropa interior. Desnuda sobre él me frotaba, arqueando mi espalda, metiéndole ardorosamente mi lengua en su oreja, mordiéndole el lóbulo y el cuello sin parar de moverme sobre él.
Del cuello me iba hacia abajo, donde le hacia sexo oral. Yo encuentro que lo hago excelente, quizás porque ya sé mas o menos el ritmo medio que les gusta, la profundidad que prefieren alcanzar y como jugar con mi lengua mientras lo tengo dentro de mi boca.
Como en Noviembre del año pasado pidió mi exclusividad, es decir, que no podía tener otro cliente en un tiempo determinado. Les contaré que eso cuesta bastante dinero, el cual él tenía gracias a una conocida cadena de vestuario nacional. Así, comencé a pasar gran parte de mi tiempo con él, me iba a buscar a la universidad, comíamos juntos en su oficina donde aprovechaba de prestarle mis servicios, en las noches lo acompañaba a inauguraciones de la tienda o desfiles internacionales. La verdad es que lo empecé a pasar excelente.
Además, el sexo con él era buenísimo. Sabía perfectamente como tocarme, y aunque siempre hacía el mismo recorrido con sus grandes manos, el resultado era bueno. Le gustaba la ropa interior con transparencias y si eran colores claros como blanco, rosado o beige, mucho mejor.
Comenzaba tirándome en la cama y metiéndo sus manos por debajo de mi falda, yo apretaba mis piernas cuando sus manos se acercaban a mi sexo. Luego, me masturbaba mientras yo le desabrochaba su pantalón con ímpetu. Era rico su miembro; buen tamaño, suave, potente, en general era exquisito. Después, subía hasta mis senos, apretándolos con ambas manos, para luego apoderarse de mis pezones con su boca, chupando rápido, luego lento, mordiendo, apretando con sus dedos las puntas ya duras y yo gimiendo, jadeando, pidiendo de una vez por todas sentirlo dentro.
Enseguida lo daba vuelta para quedar yo sobre él. Ya me había sacado toda la ropa, mientras el seguía con su pantalón desabrochado, entonces, se lo sacaba lentamente junto a su ropa interior. Desnuda sobre él me frotaba, arqueando mi espalda, metiéndole ardorosamente mi lengua en su oreja, mordiéndole el lóbulo y el cuello sin parar de moverme sobre él.
Del cuello me iba hacia abajo, donde le hacia sexo oral. Yo encuentro que lo hago excelente, quizás porque ya sé mas o menos el ritmo medio que les gusta, la profundidad que prefieren alcanzar y como jugar con mi lengua mientras lo tengo dentro de mi boca.
Lo mejor de todo, es que no era egoísta, ya que también me lo hacía, así que mientras yo probaba de su sexo, él exploraba el mío (imagínense la pose, ustedes saben estimados), utilizando de manera magistral su lengua gruesa, metiéndola por fibras milagrosas que ojalá todos los hombres conocieran, así las mujeres seríamos la mitad de felices de lo que somos ahora.
Luego la parte final, el sexo propiamente tal. Podía ser en una silla, como en el sillón o en su cama. A veces usábamos la piscina (lo que me recordaba mi primera vez, capítulo uno del blog), pero el lugar que fuera era bueno. Primero partíamos lento, para luego meterlo rápido, muy rápido, de fondo mis gemidos y la luz prendida.
Luego la parte final, el sexo propiamente tal. Podía ser en una silla, como en el sillón o en su cama. A veces usábamos la piscina (lo que me recordaba mi primera vez, capítulo uno del blog), pero el lugar que fuera era bueno. Primero partíamos lento, para luego meterlo rápido, muy rápido, de fondo mis gemidos y la luz prendida.
Nos gustaba disfrutar nuestras caras de goce, ver nuestros cuerpos desnudos azotándose uno al otro, e incluso, a veces dejábamos las cortinas abiertas de su octavo piso, y aunque nunca lo hablamos, ambos sabíamos que podíamos ser vistos, queridos, mi lado exhibicionista a flor de piel. Y luego un cigarro, conversación, escuchar música y decirnos adiós, hasta mañana.
Así eran casi todos los días. A veces nos íbamos a Viña del Mar, otras al sur, era muy entretenido. Hace 2 meses atrás, me invitó a un viaje. Era fuera del país, específicamente a Canadá, ya que tenía que ir por negocios y quería ir acompañado. Yo tenía mis documentos para poder viajar, era verano, aún no entraba a clases, así que no había donde perderse, quedamos de acuerdo para tomar el avión. El viaje sería por 1 mes más o menos.
Al parecer, Pedro comenzó a entusiasmarse conmigo de una manera mucho más seria desde antes del viaje. No me había dado cuenta, o quizás no quise, que su manera de hacer el amor era precisamente eso: con amor. Y estando allá en Canadá todo se acrecentó mucho más.
Miren, yo con él, todas las de ganar: un hombre atractivo, exitoso y de buenos sentimientos, aunque bastante tímido. Sin embargo siempre, y escuchen bien, SIEMPRE sería su putita cara, y no me vengan con wevadas de que “el te sacará de ese mal camino” o “llegará el príncipe que te rescatará de la mala vida” NI CAGANDO.
Conozco a los hombres que piden nuestros servicios, y si bien algunos son buenos como Pedro, siempre tienen esa obsesión de buscar la superioridad hasta en el sexo, ya que pudiendo tener a cualquier mujer, prefieren a una que hay que pagarle como si le estuvieran haciendo un favor. No me weí por favor con dramas de teleseries.
Y un día, mientras comíamos en el me dijo: “Caro (apócope de mi nombre real), el último tiempo contigo han sido demasiado buenos, no sé si te gustaría, pero yo por lo menos tengo toda la intención de que nos casemos y sigamos tal cual, tú para mi solamente y yo contigo siempre”
“¿me estay pidiendo matrimonio?”
“Sí, si quieres piénsalo, pero creo que es una buena oferta, te conviene”
(No había mucho que pensar, menos con un hombre que siente el matrimonio como algo comercial de oferta y demanda)
“No pedro, la verdad no estoy ni ahí con eso aún. Gracias, linda la invitación, genial la propuesta, pero no soy para el matrimonio, menos con un cliente, cómo se te ocurre tamaña cosa”
“Sabía de antemano tu respuesta en todo caso, pero hice el intento, ahora tendré que seguir pagando entonces por tu exclusividad, me vas a dejar en bancarrota (risas)”
( El wevón cagao quería casarse para tenerme gratis, JA! Que ingenuo de su parte si pensaba que casados no le iba a quitar hasta el alma, una puta nace y muere puta, la ambición, queridos, es mucha)
Sin embargo, y obviando ese “percance”, el viaje fue a todo nivel. Me quedo sin palabras por lo bien atendida que estuve. Excelentes hoteles, buenos panoramas siempre y una cantidad de regalos lujosos que aún no me las creo. El problema era que Pedro estaba ocupado desde la mañana hasta cerca de las 5 de la tarde, por lo cual ahí tenía que salir sola.
Un día, en estas salidas solitarias para ir a conocer, me encontré con una española muy simpática. Ella andaba sola y se quedaba en nuestro mismo hotel, por lo que quedamos de acuerdo en salir juntas por las tardes.
Así eran casi todos los días. A veces nos íbamos a Viña del Mar, otras al sur, era muy entretenido. Hace 2 meses atrás, me invitó a un viaje. Era fuera del país, específicamente a Canadá, ya que tenía que ir por negocios y quería ir acompañado. Yo tenía mis documentos para poder viajar, era verano, aún no entraba a clases, así que no había donde perderse, quedamos de acuerdo para tomar el avión. El viaje sería por 1 mes más o menos.
Al parecer, Pedro comenzó a entusiasmarse conmigo de una manera mucho más seria desde antes del viaje. No me había dado cuenta, o quizás no quise, que su manera de hacer el amor era precisamente eso: con amor. Y estando allá en Canadá todo se acrecentó mucho más.
Miren, yo con él, todas las de ganar: un hombre atractivo, exitoso y de buenos sentimientos, aunque bastante tímido. Sin embargo siempre, y escuchen bien, SIEMPRE sería su putita cara, y no me vengan con wevadas de que “el te sacará de ese mal camino” o “llegará el príncipe que te rescatará de la mala vida” NI CAGANDO.
Conozco a los hombres que piden nuestros servicios, y si bien algunos son buenos como Pedro, siempre tienen esa obsesión de buscar la superioridad hasta en el sexo, ya que pudiendo tener a cualquier mujer, prefieren a una que hay que pagarle como si le estuvieran haciendo un favor. No me weí por favor con dramas de teleseries.
Y un día, mientras comíamos en el me dijo: “Caro (apócope de mi nombre real), el último tiempo contigo han sido demasiado buenos, no sé si te gustaría, pero yo por lo menos tengo toda la intención de que nos casemos y sigamos tal cual, tú para mi solamente y yo contigo siempre”
“¿me estay pidiendo matrimonio?”
“Sí, si quieres piénsalo, pero creo que es una buena oferta, te conviene”
(No había mucho que pensar, menos con un hombre que siente el matrimonio como algo comercial de oferta y demanda)
“No pedro, la verdad no estoy ni ahí con eso aún. Gracias, linda la invitación, genial la propuesta, pero no soy para el matrimonio, menos con un cliente, cómo se te ocurre tamaña cosa”
“Sabía de antemano tu respuesta en todo caso, pero hice el intento, ahora tendré que seguir pagando entonces por tu exclusividad, me vas a dejar en bancarrota (risas)”
( El wevón cagao quería casarse para tenerme gratis, JA! Que ingenuo de su parte si pensaba que casados no le iba a quitar hasta el alma, una puta nace y muere puta, la ambición, queridos, es mucha)
Sin embargo, y obviando ese “percance”, el viaje fue a todo nivel. Me quedo sin palabras por lo bien atendida que estuve. Excelentes hoteles, buenos panoramas siempre y una cantidad de regalos lujosos que aún no me las creo. El problema era que Pedro estaba ocupado desde la mañana hasta cerca de las 5 de la tarde, por lo cual ahí tenía que salir sola.
Un día, en estas salidas solitarias para ir a conocer, me encontré con una española muy simpática. Ella andaba sola y se quedaba en nuestro mismo hotel, por lo que quedamos de acuerdo en salir juntas por las tardes.
Debo admitir que la mujer era bastante atractiva, y eso que soy hetero, llegó a provocarme pensamientos bastante fogosos junto a ella. Se llamaba Julia y era una artista de Madrid, quien estaba viajando buscando piezas para una galería.
Entre salida y salida comenzó a forjarse algo muy especial, me comencé a sentir confundida, no sabía si realmente era su personalidad española la que me llamaba la atención, o simplemente me gustaba esta mujer seudo artista, de ojos almendrados y tonos azabaches.
Entre salida y salida comenzó a forjarse algo muy especial, me comencé a sentir confundida, no sabía si realmente era su personalidad española la que me llamaba la atención, o simplemente me gustaba esta mujer seudo artista, de ojos almendrados y tonos azabaches.
En mi “puta” vida me había metido con una mujer, era algo que estaba lejos, pero lejísimos de mis pensamientos, debo confesar que hasta asco me daba, no me provocaba ningún pensamiento placentero ni me calentaba pensar en ello. De hecho evité varias ofertas con mujeres por lo mismo. Pero Julia, que cuerpo tenía, cuanto tema, que voz…
A Julia y de Julia habrá en el próximo capítulo….
A Julia y de Julia habrá en el próximo capítulo….
jueves, 8 de marzo de 2007
PUTITA MALA FINAL
He vuelto del viaje y me encuentro con mi bandeja de correo llena de mails bastante amenazantes. No me interesa en lo absoluto. Sabía que esto me traería problemas. No pienso dar pie atrás y seguiré contando lo que me ha pasado, sin importarme esos hombres cobardes que se esconden tras la pantalla, pensando que podrán amedrentarme...puede que sea ella...pero no soy la única, ¿sabias eso? PUES PIÉNSALO...
Continúo la historia...
Venían mis padres y realmente no sabía que hacer. Lo único que sabía es que no podía ser descubierta y que el cobarde de Iván no podía andar cerca. Por lo tanto, "algo" tenía que hacer con ambos asuntos.
Primero la parte más dificil. Me di cuenta que sola no podía con todo, que necesitaba contarle a alguien que me tendiera una mano. Alguien de confianza, porque la Donna veía sólo por sus asuntos y realmente no le interesaba si una universitaria codiciosa era atrapada por su familia sureña.
Asi que llamé a Valeria, mi mejor amiga de la Universidad. Decidí contarle a ella: no era pacata, no se escandalizaba con facilidad y me ayudaría.
- Valeria, necesito hablar contigo, juntemosnos en el nuevo Starbucks de Colón, ok?
-bueno, me asustay con tus wevas, ya, pero invita tu po.
-patua, ya, chao a las 9.
-ok, nos vemos.
Llegué antes pensando que mierda decirle. "Hola amiga, necesito contarte que soy prostituta, vienen mis padres y necesito esconder algunas cosas y alejar a un cliente que me está extorsionando" Si, súper fácil. Mierda qué hacía.
Llegó, y me notó nerviosa. "Ya amiga, sin rodeos, directo al hueso, no por nada invitay tu a tomarnos un café y estay tan urjida". No sabía como lo iba a tomar, quizás se iba con críticas de lleno, o le daría lástima o, en el caso más remoto, me iba a apoyar.
"Vale, estoy metida en el medio cacho. No sé como contarte y no me interrumpas, es largo.
El tema es, que no te confié algo importante que me estaba pasando, y ahora te voy a decir" - "¡ya po dime!" -
"ya, te digo, mañana vienen mis papás de Conce, y tengo que esconder unas cosas en tu depa, no las pueden ver-¿porqué?- porque son cosas caras, que obtuve de un trabajo, ya weona, no me mires así"
-" ¿De qué trabajo? ¿Anday traficando? (se rie) ahh no po, de puta (se rie con más fuerza), te imaginay? ya po cuenta...
-" Es que estoy en una agencia de damas de compañía, algo súper normal vale, nada raro... "
-" jajaja, que eres wevona, ya po cuenta, porque ¿me estay weveando cierto?
-" ¿y pa que haría eso? esa es la verdad, ya si no es pa tanto, onda acompaño a los viejos cuicos a sus comidas y chao, nada más, si no es puterío la cosa tontorrona"
- Cuentamelo todo.
Y ahí, yo mintiéndole en cierta medida a mi amiga. Pintándole todo muy lindo, casi de reinas y modelos sobre mi trabajo y ocultando la verdad. En el fondo no me serviría de nada contarle todo a estas alturas.
Bueno, el cuento es que me iba a guardar las cosas en su casa. Asunto de mis padres arreglados, pero quedaba el otro problema, el de Ivàn.
Continúo la historia...
Venían mis padres y realmente no sabía que hacer. Lo único que sabía es que no podía ser descubierta y que el cobarde de Iván no podía andar cerca. Por lo tanto, "algo" tenía que hacer con ambos asuntos.
Primero la parte más dificil. Me di cuenta que sola no podía con todo, que necesitaba contarle a alguien que me tendiera una mano. Alguien de confianza, porque la Donna veía sólo por sus asuntos y realmente no le interesaba si una universitaria codiciosa era atrapada por su familia sureña.
Asi que llamé a Valeria, mi mejor amiga de la Universidad. Decidí contarle a ella: no era pacata, no se escandalizaba con facilidad y me ayudaría.
- Valeria, necesito hablar contigo, juntemosnos en el nuevo Starbucks de Colón, ok?
-bueno, me asustay con tus wevas, ya, pero invita tu po.
-patua, ya, chao a las 9.
-ok, nos vemos.
Llegué antes pensando que mierda decirle. "Hola amiga, necesito contarte que soy prostituta, vienen mis padres y necesito esconder algunas cosas y alejar a un cliente que me está extorsionando" Si, súper fácil. Mierda qué hacía.
Llegó, y me notó nerviosa. "Ya amiga, sin rodeos, directo al hueso, no por nada invitay tu a tomarnos un café y estay tan urjida". No sabía como lo iba a tomar, quizás se iba con críticas de lleno, o le daría lástima o, en el caso más remoto, me iba a apoyar.
"Vale, estoy metida en el medio cacho. No sé como contarte y no me interrumpas, es largo.
El tema es, que no te confié algo importante que me estaba pasando, y ahora te voy a decir" - "¡ya po dime!" -
"ya, te digo, mañana vienen mis papás de Conce, y tengo que esconder unas cosas en tu depa, no las pueden ver-¿porqué?- porque son cosas caras, que obtuve de un trabajo, ya weona, no me mires así"
-" ¿De qué trabajo? ¿Anday traficando? (se rie) ahh no po, de puta (se rie con más fuerza), te imaginay? ya po cuenta...
-" Es que estoy en una agencia de damas de compañía, algo súper normal vale, nada raro... "
-" jajaja, que eres wevona, ya po cuenta, porque ¿me estay weveando cierto?
-" ¿y pa que haría eso? esa es la verdad, ya si no es pa tanto, onda acompaño a los viejos cuicos a sus comidas y chao, nada más, si no es puterío la cosa tontorrona"
- Cuentamelo todo.
Y ahí, yo mintiéndole en cierta medida a mi amiga. Pintándole todo muy lindo, casi de reinas y modelos sobre mi trabajo y ocultando la verdad. En el fondo no me serviría de nada contarle todo a estas alturas.
Bueno, el cuento es que me iba a guardar las cosas en su casa. Asunto de mis padres arreglados, pero quedaba el otro problema, el de Ivàn.
Contacté a otra mujer que trabajaba en lo mismo, pero era de otra ciudad. Estaba en Santiago solo de paso, así que le pedí que contactara al hijo de puta. Obviamente le tuve que pagar, total, entre nosotras nada sale gratis.
La idea original era que lo atendiera, y cuando estuviera durmiendo le sacara documentos y plata, pa' asustar al weoncito pues, y claro, ella iba a tener a unos hombres que le iban a pegar un poco. El tema es que se excedieron. La mujer lo dopó, lo amarró y le sacaron cresta y media. Casi lo matan, fue un tema comentado en el colegio, porque al "pobre señor xxxx" lo habían asaltado en plena calle si "SANTIAGO ESTÁ TAN PELIGROSO" Qué manera de esconder todo.
Claro que Iván no es tan wevón como pensé, y de inmediato las tomó contra mí. Me llamó por teléfono con amenazas de muerte, me tiraban piedras al departamento o "extrañamente" aparecían topones en mi auto.
Así que tomé una decisión: cambiarme de dpto, decirle a la Donna para que de verdad le dieran una lección con mafia y todo al pelotudo y salirme del colegio. En resumen, evitar todo contacto con ese hombre y así yo poder vivir tranquila.
Iván "nuevamente" fue asaltado (no sé como mierda aún le creen eso) y nunca más pidió servicios, por lo menos no de la Donna, que acapara un 60% de Stgo, lo he visto nuevamente pero no me mira, al parecer el grupo de hombres hizo excelente su pega.
Ah...y Valeria, mi amiga de la U, ya no fue más mi amiga, me hizo el favor de guardar las cosas y chao pescao, no me habló más, no por lo menos como antes...
Tema aparte
Hace un mes más o menos me fui de viaje. Estuve fuera de Chile con uno de mis clientes. ¿Les cuento algo? ME PIDIERON MATRIMONIO.
JA! Adivinen qué contesté...
jueves, 1 de marzo de 2007
Comienzo Putita mala Parte 1
No fue tan fácil como pensé. Sé que todos podrían creer que nada me afecta y soy la puta de hierro. Pero no es tan así, casi me vuelvo loca con toda esta doble vida y las mil mentiras que debía inventar para tapar otras tantas mentiras.
Con Ricardo todo bien. Seguía siendo mi cliente, seguíamos tirando como enfermos y yo continuaba con mis clases. Bajé las fotos de internet, pero dejé mi número de contacto, ni wevona de perder clientes. Así que ya no corría ningún riesgo mayor.
Pero llegó el malo de la película. El pobre infeliz que quiso cruzarse en mi camino. Disculpen si hablo con mucho odio contra ese desgraciado, pero me hizo la vida imposible en el trabajo. Hinchó, hinchó e hinchó hasta que no aguanté más y tuve que dejar de ser una puta ambiciosa (pero dentro de todo buena) para convertirme en una puta ambiciosa y malvada. Todo para defenderme, que quede claro.
Partió cuando llegó al Gimnasio. “¡Iván! Que tal, ¿cómo estas?..¿Qué haces aquí? >>“Cállate idiota y explícame que mierda quieres”-dijo. Me agarró de un brazo fuertemente y apretó con su dedo pulgar, yo me solté rápidamente con miedo de que alguien nos viera y le dije: “Te lo explico en la noche, a las 9…como se te ocurre weon estúpido venir a meterte acá” --JA qué descaro sonaba de mi parte ¿no?
Esperé con mucho miedo. Mientras lo hacía pensaba en el mundillo que estaba metida. O sea, me metía diariamente con 6 hombres, me pagaban por metérmelo, salía con mis amigas de manera normal, visitaba a mi familia 3 veces al mes, estaba haciendo mi práctica, tenía dos celulares, uno para los clientes y otro “normal”, veía mucho jale, mucho pito, muchas pastillas…hasta vi heroína (mientras en un diario afirmaban que aún no llegaba a Chile). Yo, Carolina oriunda de Conce, estudiante de xxx en la prestigiosa xxx, con la primera comunión y confirmación hecha, salida de colegio de monjas, PUTA.
Aún estaba en pelota después de la ducha y me miré al espejo. Mantenía mis curvas. Mi depilación intacta. Bronceado de solarium auspiciado por la Nonna, pero no me gustaba. Algo había que no me gustaba. Tenía las pechugas bien puestas, gran tamaño, el poto también y “Mierda” pensé.”Capaz que me estén dando remordimientos…capaz por fin salga la conciencia”. Pero me duró poco cuando miré a mí alrededor y vi cuantas cosas bonitas tenía. Cuanto había comprado para mi familia y que aún guardaba. No podía llevarles todo de un viaje o si no notarían mis ingresos extragrandes.
Me vestí y llegó Iván. Golpeó fuerte la puerta y entró hecho un energúmeno.
-¡para weon que te pasa!
-Qué qué me pasa puta culiá? ¡Que hací en el colegio de mis hijos weona que pretendí!
-Estoy haciendo mi práctica, no te preocupí si eso es parte de mi vida histérico de mierda. Tienes sustito ahora weon después que te tiray a medio puterío zona oriente!
EMPUJÓN.
Creo que en ese momento me asusté. Ese hombre de familia estaba a punto de golpearme. Corrí a mi pieza para llamar a la Donna. Iván me siguió pidiéndome disculpas. Las típicas de los hombres cobardes golpeadores frecuentes. Le dije que se fuera y me dejara en paz. “Nunca hasta que te vayas del colegio, te lo juro, soy capaz de ir a tu Universidad y contar todo, piénsalo pendeja weona” Golpe de la puerta. Se había ido.
Yo quedé tiritando en la cama. Lloré por primera vez en mucho tiempo. No sé si lloré de arrepentimiento por lo que estaba metida o del puro susto. Fueron momentos intensos que jamás había vivido. Ni mi padre me había empujado alguna vez. NUNCA.
No sabía si contarle a la Donna. Ella tenía una organización de trigos no muy limpios, y estoy segura que hubieran sido capaces de golpearlo hasta matarlo. Asi que me quedé callada, esperando que al día siguiente me echaran del colegio o me llamaran de la U.
Suena el telefono: “¡hija linda! Pasado mañana la vamos a ver, así que esperenos con algo rico”
MIERDA. ¿Cómo hacía para alejar a este hombre de mi familia? ¿Cómo hacía para trabajar? ¿Cómo hacía para esconder mis cosas nuevas ultra caras que iban a encontrar? ¿Cómo hacía para que no me descubrieran en todas mis mentiras?. Comenzaba todo. La jugarreta de la putita universitaria se enfrentaba a su familia y a un hombre malo.
Con Ricardo todo bien. Seguía siendo mi cliente, seguíamos tirando como enfermos y yo continuaba con mis clases. Bajé las fotos de internet, pero dejé mi número de contacto, ni wevona de perder clientes. Así que ya no corría ningún riesgo mayor.
Pero llegó el malo de la película. El pobre infeliz que quiso cruzarse en mi camino. Disculpen si hablo con mucho odio contra ese desgraciado, pero me hizo la vida imposible en el trabajo. Hinchó, hinchó e hinchó hasta que no aguanté más y tuve que dejar de ser una puta ambiciosa (pero dentro de todo buena) para convertirme en una puta ambiciosa y malvada. Todo para defenderme, que quede claro.
Partió cuando llegó al Gimnasio. “¡Iván! Que tal, ¿cómo estas?..¿Qué haces aquí? >>“Cállate idiota y explícame que mierda quieres”-dijo. Me agarró de un brazo fuertemente y apretó con su dedo pulgar, yo me solté rápidamente con miedo de que alguien nos viera y le dije: “Te lo explico en la noche, a las 9…como se te ocurre weon estúpido venir a meterte acá” --JA qué descaro sonaba de mi parte ¿no?
Esperé con mucho miedo. Mientras lo hacía pensaba en el mundillo que estaba metida. O sea, me metía diariamente con 6 hombres, me pagaban por metérmelo, salía con mis amigas de manera normal, visitaba a mi familia 3 veces al mes, estaba haciendo mi práctica, tenía dos celulares, uno para los clientes y otro “normal”, veía mucho jale, mucho pito, muchas pastillas…hasta vi heroína (mientras en un diario afirmaban que aún no llegaba a Chile). Yo, Carolina oriunda de Conce, estudiante de xxx en la prestigiosa xxx, con la primera comunión y confirmación hecha, salida de colegio de monjas, PUTA.
Aún estaba en pelota después de la ducha y me miré al espejo. Mantenía mis curvas. Mi depilación intacta. Bronceado de solarium auspiciado por la Nonna, pero no me gustaba. Algo había que no me gustaba. Tenía las pechugas bien puestas, gran tamaño, el poto también y “Mierda” pensé.”Capaz que me estén dando remordimientos…capaz por fin salga la conciencia”. Pero me duró poco cuando miré a mí alrededor y vi cuantas cosas bonitas tenía. Cuanto había comprado para mi familia y que aún guardaba. No podía llevarles todo de un viaje o si no notarían mis ingresos extragrandes.
Me vestí y llegó Iván. Golpeó fuerte la puerta y entró hecho un energúmeno.
-¡para weon que te pasa!
-Qué qué me pasa puta culiá? ¡Que hací en el colegio de mis hijos weona que pretendí!
-Estoy haciendo mi práctica, no te preocupí si eso es parte de mi vida histérico de mierda. Tienes sustito ahora weon después que te tiray a medio puterío zona oriente!
EMPUJÓN.
Creo que en ese momento me asusté. Ese hombre de familia estaba a punto de golpearme. Corrí a mi pieza para llamar a la Donna. Iván me siguió pidiéndome disculpas. Las típicas de los hombres cobardes golpeadores frecuentes. Le dije que se fuera y me dejara en paz. “Nunca hasta que te vayas del colegio, te lo juro, soy capaz de ir a tu Universidad y contar todo, piénsalo pendeja weona” Golpe de la puerta. Se había ido.
Yo quedé tiritando en la cama. Lloré por primera vez en mucho tiempo. No sé si lloré de arrepentimiento por lo que estaba metida o del puro susto. Fueron momentos intensos que jamás había vivido. Ni mi padre me había empujado alguna vez. NUNCA.
No sabía si contarle a la Donna. Ella tenía una organización de trigos no muy limpios, y estoy segura que hubieran sido capaces de golpearlo hasta matarlo. Asi que me quedé callada, esperando que al día siguiente me echaran del colegio o me llamaran de la U.
Suena el telefono: “¡hija linda! Pasado mañana la vamos a ver, así que esperenos con algo rico”
MIERDA. ¿Cómo hacía para alejar a este hombre de mi familia? ¿Cómo hacía para trabajar? ¿Cómo hacía para esconder mis cosas nuevas ultra caras que iban a encontrar? ¿Cómo hacía para que no me descubrieran en todas mis mentiras?. Comenzaba todo. La jugarreta de la putita universitaria se enfrentaba a su familia y a un hombre malo.
Disculpen que no pueda seguir, estos días he estado muy ocupada, ustedes saben queridos, a la próxima termino. Pero se viene lo mejor.
miércoles, 21 de febrero de 2007
Personaje 1, Ricardito
Debe dirigirse a realizar su práctica en el colegio XXXXX. " Ok, buen colegio, no creo que sea tan dificil". Error.
Llegaría en reemplazo de una profesora que tenía licencia. Esto sería el primer día de clases, en marzo. Me puse el equipo que tenía de uniforme: un short y polera junto a una gorra. Por supuesto que la tenida fue ajustada a mi medida...quizás demasiado ajustada.
Primer día. Llego y un cúmulo de niños se me avalanza para saludarme diciendome que " la tia es linda". Me alegro y pienso que los niños son muy tiernos. Tengo que pasar la lista y reconozco algunos apellidos, me pongo nerviosa y pienso que podría ser, pero no, para que imaginarme cosas.
Termina el día y a los niños los van a buscar a las salas de clases. Me empieza a entrar pánico. Todo iba bien hasta que llega Ricardo con su esposa, muy compuesto él con su traje caro italiano. La esposa me sonríe y me da la bienvenida muy cálidamente, no puedo decir lo mismo de Ricardo. Empalidece al mirarme y tartamudea un poco. Pone unos ojos desorbitados parecidos a los que veo cuando poso mi lengua en su ingle. Pero me sorprendo, ya que en vez de darme más miedo, sentí una especie de risa, una malicia perturbadora, como una pequeña que hace una maldad sin arrepentimiento.
¿Cómo no me di cuenta que Andresito era igual a su padre?. Y supuse que quizás no sería el único cliente con el cual me toparía, asi que me puse a estudiar los apellidos en cada clase que tuve con distintos cursos y horror, descubrí al menos 16 conocidos.
Esa misma noche me llamó Ricardo. Y me dijo: " Hola Carolina, así que ese es tu nombre, o debo llamarte Amanda igual?-- " Llamame como quieras querido, pero recuerda, te puedo castigar y dejarte sin colación, esa que tanto te gusta" Risas. ¡Me sentía tan descarada! Llegó esa misma noche y conversamos del tema. A pesar de que me causaba cierta risa, igual era algo complejo. Prometió no decir nada (ya que el se vería igual de afectado que yo) y la conversación pasó a la historia, porque luego quiso hacer mucho más. Tuve que ser su profesora, ponerme el uniforme y hacer una performance bastante entretenida.
Lo tenía en pelotas sobre la cama, sólo con una corbata y mis sábanas blancas (toda mi ropa de cama es blanca). Y Yo presentándome como su profesora, diciéndole lo mala que sería, y lo buena que podría ser. Igual la situación era desquisiada, pero exquisitamente alucinannte a la vez. Pero cuando lo estábamos haciendo me llamo por Carolina, me molestó y le dije que en ese minuto mejor era Amanda, nada de weas íntima con este hombre. ( Aunque estuviera educando a su hijo, que wevada mas rara)
Al otro día volví al colegio. Hice mis clases normales, pero recordé algo: ¡ ojala ningún colega se le ocurriera meterse al portal de internet!. Si eso ocurría hubiera estado totalmente cagada, sin pega, ¿còmo lo explicaba en la Universidad?, quizás hasta en un diario farandulero habría salido...Porque convengamos que en Chile este tipo de noticias de conventillo son las que venden, tamaño escándalo! : " pillaron chanchita en internet a profesora en paños menores" Al más puro estilo la cuarta.
Pero hubo uno que no fue como Ricardo. Uno que se cree moralista pero se mete con putas igual. Uno que no soportó verme en el colegio y me hizo la vida imposible. Un maldito inconsecuente con su vida aparente y su vida en las sombras, un oportunista extorsionador, pero ahí, ahí gané YO.
Llegaría en reemplazo de una profesora que tenía licencia. Esto sería el primer día de clases, en marzo. Me puse el equipo que tenía de uniforme: un short y polera junto a una gorra. Por supuesto que la tenida fue ajustada a mi medida...quizás demasiado ajustada.
Primer día. Llego y un cúmulo de niños se me avalanza para saludarme diciendome que " la tia es linda". Me alegro y pienso que los niños son muy tiernos. Tengo que pasar la lista y reconozco algunos apellidos, me pongo nerviosa y pienso que podría ser, pero no, para que imaginarme cosas.
Termina el día y a los niños los van a buscar a las salas de clases. Me empieza a entrar pánico. Todo iba bien hasta que llega Ricardo con su esposa, muy compuesto él con su traje caro italiano. La esposa me sonríe y me da la bienvenida muy cálidamente, no puedo decir lo mismo de Ricardo. Empalidece al mirarme y tartamudea un poco. Pone unos ojos desorbitados parecidos a los que veo cuando poso mi lengua en su ingle. Pero me sorprendo, ya que en vez de darme más miedo, sentí una especie de risa, una malicia perturbadora, como una pequeña que hace una maldad sin arrepentimiento.
¿Cómo no me di cuenta que Andresito era igual a su padre?. Y supuse que quizás no sería el único cliente con el cual me toparía, asi que me puse a estudiar los apellidos en cada clase que tuve con distintos cursos y horror, descubrí al menos 16 conocidos.
Esa misma noche me llamó Ricardo. Y me dijo: " Hola Carolina, así que ese es tu nombre, o debo llamarte Amanda igual?-- " Llamame como quieras querido, pero recuerda, te puedo castigar y dejarte sin colación, esa que tanto te gusta" Risas. ¡Me sentía tan descarada! Llegó esa misma noche y conversamos del tema. A pesar de que me causaba cierta risa, igual era algo complejo. Prometió no decir nada (ya que el se vería igual de afectado que yo) y la conversación pasó a la historia, porque luego quiso hacer mucho más. Tuve que ser su profesora, ponerme el uniforme y hacer una performance bastante entretenida.
Lo tenía en pelotas sobre la cama, sólo con una corbata y mis sábanas blancas (toda mi ropa de cama es blanca). Y Yo presentándome como su profesora, diciéndole lo mala que sería, y lo buena que podría ser. Igual la situación era desquisiada, pero exquisitamente alucinannte a la vez. Pero cuando lo estábamos haciendo me llamo por Carolina, me molestó y le dije que en ese minuto mejor era Amanda, nada de weas íntima con este hombre. ( Aunque estuviera educando a su hijo, que wevada mas rara)
Al otro día volví al colegio. Hice mis clases normales, pero recordé algo: ¡ ojala ningún colega se le ocurriera meterse al portal de internet!. Si eso ocurría hubiera estado totalmente cagada, sin pega, ¿còmo lo explicaba en la Universidad?, quizás hasta en un diario farandulero habría salido...Porque convengamos que en Chile este tipo de noticias de conventillo son las que venden, tamaño escándalo! : " pillaron chanchita en internet a profesora en paños menores" Al más puro estilo la cuarta.
Pero hubo uno que no fue como Ricardo. Uno que se cree moralista pero se mete con putas igual. Uno que no soportó verme en el colegio y me hizo la vida imposible. Un maldito inconsecuente con su vida aparente y su vida en las sombras, un oportunista extorsionador, pero ahí, ahí gané YO.
martes, 13 de febrero de 2007
El trabajo continúa...
Después de las primeras veces trabajando, mi mente comenzó a trabajar de manera muy extraña. Sentía que quería tirar todo el día y convertirme en la diosa del sexo. Era una necesidad que ni en mis días más calientes había sentido. Quería probar de todo y esperaba ansiosa que me llegara un cliente con alguna propuesta novedosa, y si no proponía él algo, lo hacía yo.
Un vez, llamó al celular una voz de niño. Me dijo que había visto mi pagina y quería mis servicios. Le expliqué que no trabajaba con pendejos y que además no cobraba 30 lucas cagonas. Me dijo que no era pendejo y tenía la plata, que no fuera pesá y lo atendiera igual que a otro. Bueno pensé, plata es plata, vamos a atender a este pasao a leche purita.
Lo cité en un departamento de Carlos Antunez, donde comunmente trabajabamos. Si se pueden dar cuenta ya no era solamente acompañante de viejos solos , sino que ya era puta puta, pa que andamos con wuevadas de abc1, si al final el sexo se hace de la misma manera y mientras mas caliente mejor.
Llegó con olor a perfume de papá y de camisa rosada. Saludó muy canchero, se hacía el lindo grande conmigo. Pero toda esa personalidad le llegó hasta que me senté frente a él y se fijó que estaba sin calzones. No sé si nunca había visto a una mujer vestida sin ropa interior o simplemente le gustó ver mi sexo al descubierto. Tomamos unos tragos y empecé a acercarme. A pesar que debería tirarmelo apenas cruza la puerta, no me gusta la brutalidad, porque si lo voy a hacer con un wuevón por plata por último crear un ambiente rico entre ambos. Si igual el placer tiene precio...
El estaba en un sillón y yo en el del frente. Nos interrumpía una mesa de centro. Ahí me senté de frente a él para seguir conversando. Movía mis piernas deliberadamente dejando entrever a través de la faldita celeste mi vagina ardiente ya por el deseo. No crean que no me caliento, este pendejo me tenía excitadísima , pero como estaba nervioso tuve que esperar un rato más. Y más...y más...y más...hasta que ya era mucho y lo llevé a la pieza. ¡Pero no se le paraba! "o a este no le gusto o que mierda le pasa".
Un vez, llamó al celular una voz de niño. Me dijo que había visto mi pagina y quería mis servicios. Le expliqué que no trabajaba con pendejos y que además no cobraba 30 lucas cagonas. Me dijo que no era pendejo y tenía la plata, que no fuera pesá y lo atendiera igual que a otro. Bueno pensé, plata es plata, vamos a atender a este pasao a leche purita.
Lo cité en un departamento de Carlos Antunez, donde comunmente trabajabamos. Si se pueden dar cuenta ya no era solamente acompañante de viejos solos , sino que ya era puta puta, pa que andamos con wuevadas de abc1, si al final el sexo se hace de la misma manera y mientras mas caliente mejor.
Llegó con olor a perfume de papá y de camisa rosada. Saludó muy canchero, se hacía el lindo grande conmigo. Pero toda esa personalidad le llegó hasta que me senté frente a él y se fijó que estaba sin calzones. No sé si nunca había visto a una mujer vestida sin ropa interior o simplemente le gustó ver mi sexo al descubierto. Tomamos unos tragos y empecé a acercarme. A pesar que debería tirarmelo apenas cruza la puerta, no me gusta la brutalidad, porque si lo voy a hacer con un wuevón por plata por último crear un ambiente rico entre ambos. Si igual el placer tiene precio...
El estaba en un sillón y yo en el del frente. Nos interrumpía una mesa de centro. Ahí me senté de frente a él para seguir conversando. Movía mis piernas deliberadamente dejando entrever a través de la faldita celeste mi vagina ardiente ya por el deseo. No crean que no me caliento, este pendejo me tenía excitadísima , pero como estaba nervioso tuve que esperar un rato más. Y más...y más...y más...hasta que ya era mucho y lo llevé a la pieza. ¡Pero no se le paraba! "o a este no le gusto o que mierda le pasa".
Me empecé a enojar por la situación, ya que lo masturbé con bastante delicadeza y luego con rudeza, se la chupé profundamente con una intensidad jamás vista, pero su pené seguía flácido. " Ahh, este wevón es gay" Me paré de la cama y le pusé mi consolador en el poto. El pendejo gozó mientras lo masturbaba, pero a ojos cerrados siempre él. Con razón al principio estaba nervioso,pero me dio rabia no sentirme deseada por él...
Cuando se iba le dije que no puteara más con minas si le gustaban los hombres, me miró sorprendido y me dijo que le daba miedo. Un par de números de putos gays y se fue feliz a su casa. Y me pagó excelente. Quizás se empieza a soltar y a aceptarse a sí mismo, creo que eso es primordial para el ser humano.
A todo esto, el asunto de haberme subido a una página de internet me trajo muchos clientes y mi celular no paraba de sonar. Tuve que enfermar a un pariente del sur en la Universidad para justificar tantas llamadas, y es que las preguntas eran insistentes. Inventé también que tenía un trabajo de oficina para que no sospecharan de mis ausencias y en mi casa ( les conté que soy de Conce?) les dije que tenía un trabajo en la Universidad para que no sospecharan nada, ya que cada vez que viajaba llegaba con joyas que me regalaban ciertos clientes y mucha ropa nueva.
En fin, tuve que crear todo un mundo. Esforzarme mucho en la U y mucho en mi trabajo. Pero hubo un día, en que estos 2 mundos se juntaron...Cuando tuve que hacer mi práctica en un Colegio reemplazando a la profesora de expresión corporal, los apoderados padres eran en su mayoría...MIS CLIENTES.
Eso va en la próxima.
Empezó el trabajo, me queda menos tiempo, por eso la demora.
ciao estimados.
viernes, 9 de febrero de 2007
El Primer Cliente.
Como dije en el texto anterior, tenía miedo. Me metí en algo tan turbio para mi entorno real que nadie podría imaginarselo, pero que ambiciosa era...nada iba a pararme.
Tenía ese primer cliente en la hora de almuerzo. Debía ir vestida de ejecutiva para disimular y dirigirme a su oficina en pleno providencia.
En la mañana me llamó "La Donna" como llamabamos a la chic que me reclutó, y me informó lo que deseaba este cliente: simplemente almorzar. "Y este cree que soy wevona también" pensé. Me duche largo y me depile completa. Nada de cortes raros, ENTERA no más.
Busqué la mejor ropa, pero nada me gustaba, hasta que sonó el timbre de mi departamento. Era uno de los gorilas de la donna que me llevaba un traje. Perfecto, como si hubiera sabido mi talla.
Me peiné, maquillaje y perfume. Estaba lista para mi primer cliente. Lo único que rogaba era que no fuera un viejo de dientes amarillos, obeso mórbido o hediondo. Y que por favor no se le ocurrieran wevadas raras para hacer. Ya me veía metiendole mi taco aguja por atrás.
Llegué a la oficina, en donde antes me atendió su secretaria. Me miró de pies a cabeza, no me preguntó siquiera quien era y lo llamó: "Ya está aquí, la hago pasar? ok...". Al parecer este caballero estaba acostumbrado a estas cosas.
"Así que tu eres la nueva...si, no estas mal" Era un hombre mayor, cara de árabe y dentadura perfecta (si es que era de él). Mantuvimos una conversación civilizada por mucho rato, en realidad era muy agradable. Me preguntó que estudiaba y en que año de Universidad iba, le contesté todo. También me quiso saber donde vivía , con quien, de donde venía etc. Parecia entrevista. Yo feliz, porque entre tanta conversación quizás se le olvidaba la segunda parte de lo que podría venir....pero me equivoqué.
Almorzamos ahi mismo en su oficina inmensa, que tenía una gran vista ya que la ventana abarcaba todo el espacio. Luego de bastante conversar me dijo: "Bueno, a lo que vinimos pues dama, muestreme lo que sabe" . Ahi pensé "que chucha hago acá, estoy cagada, tengo que actuar no más". Me paré del asiento de cuero en el cual me protegía y despejé su escritorio. No con cuidado...sino que mirándolo fijo a los ojos y con una mano corrí todo. Me subí a la mesa y me saqué la chaqueta...luego comencé a desabrochar los botones de mi camisa. Bailaba suavemente mientras veía al viejo sentado en su silla, reclinado hacia atrás con su pene paradísimo. Tenía esos ojos que muchas veces vería después...ojos como idos...dilatados...como si estuvieran a punto de perderse.
Luego me saqué la falda. Puse mi trasero en su cara para que él la desabrochara, el pobre estaba tiritón. Lo hizo y seguí mi perfomance. Al principio me sentía torpe, pensaba en mis amigos de Universidad y sobre todo en mi familia. Me vieran ahí bailandole a un viejo caliente para que me pagara. Pero sabía que si lo hacíamos me llegaría más plata. Este viejo había pagado 100 lucas por el acompañamiento y me pagaría 100 más por el sexo. Ni wevona po!
Quedé sobre la mesa con mis tacos, el sostén negro y mi tanguita negra. Había elegido el negro por lo clásico. Me pidió masturbarme ahí mismo. No quise y lo evite diciendole: para que masturbarme, si te tengo a ti...métemelo, aquí mismo...sube....ven...así...si..." Y ahí tenía al cara de árabe encima mío...moviéndose como desesperado. Le saqué los pantalones y tuve que tomarle su pene para metermelo, ya no le achuntaba mucho.
Nunca lo había hecho con un viejo. No fue tan malo. Además me sentí tan deseada con él. Traté de evitar sus besos, pero no pude y mientras con una mano grandota apretaba mis pechos lo metía fuerte . Pero a ratos era muy fuerte y me llegó a doler. Era como si quisiera demostrar su virilidad a través de su fortaleza. Sacó su pene de mi vagina y metio dos dedos, comenzó a masturbarme. Eso se sintió exquisito. La profundidad con la que llegaba era increíble además que comenzó a morderme el cuerpo. No hay nada que me guste más que me muerdan.
El problema fue que el caballero se vino muy luego y tuve que fingir que me venía con él.
" Acabé" con mi primer cliente en un escritorio de oficina. Me vestí y todo se volvió frio. M e felicitó y dijo que estaba apta. Eso lo entendí mucho después cuando supe que el era el primero en "probar" a las nuevas, por eso tanta pregunta. Y vaya que probó.
Me vestí y salí muy dama por la puerta que entré. La secretaría me miró con cara de desaprobación. Fue la primera vez que sentí verguenza por este trabajo...y la última. Desde ese día no paré, pero las exigencias subieron así como las cosas raras, y me empecé a aburrir de la Donna. Creo que ahi comenzaron mis problemas, cuando quise trabajar sola.
Vi cuanta plata ganaba ella y supe que yo también podía. Y lo intenté...y me resultó.
jueves, 8 de febrero de 2007
La reclutada
Fui reclutada mientras bailaba con unas amigas en una famosa discotec del barrio alto. Yo no tenía mala situación, simplemente me gustaba lo bueno.La vi de lejos. Era tan bella, elegante y muy chic. Mandó a uno de sus amigos para llamarme y yo fui...con bastante desconfianza. Preguntó mi nombre y edad.Yo contesté a la vez que le preguntaba cual era el motivo de que me llamara, mis amigas me esperaban y debía irme.
M e dijo que tenía una productora, estiró su brazo y me pasó una tarjeta, mañana debía llamarla si quería trabajar para ella.Me fui a la casa, pensando en qué tipo de productora tendría. Iba feliz, ya que podría aparecer en un comercial. Guardé la tarjeta dispuesta a llamar al otro día.
Así lo hice. Me citó en un departamento del Bosque para explicarme de qué se trataba todo. El lugar era hermoso, unos sillones fabulosos al igual que la decoración en general. Y ella, regia, estupenda...Al llegar me dio un vaso de bebida, y puso unas aceitunas rellenas. Me dijo que el negocio era fuerte, que me necesitaba ya que veía mucho potencial en mi.
"bueno, dígame de que es realmente el trabajo"-pregunté,
"Damas de compañía de alto nivel"-contestó....
" Puta de alto nivel querrá decir, no soy wevona tampoco..."
" en mi negocio cada una se acuesta con el cliente si quiere, pero yo ofrezco tan solo ser dama de compañia"
Y así empezó todo. Acepté el trabajo pensando sólo en ser dama de compañía. Jamás pensé en chuparsela a cualquier weón o dejar que me lo metieran por plata. Y creánme que gané plata...además, conocí mucha gente que no vale la pena mencionar ahora, pero de circulos tan conocidos en Chile, que obtuve mucho más que estar saliendo en un comercial barato por un tiempo.
Las grandes capas de la sociedad ya me conocían como: "Amanda", a quien le rpegunten de alguna gran empresa, fútbol, espectaculo...sabrá de mi.Tuve que comprarme ropa nueva y anunciarme por internet. La primera sesión de fotos fue chocante. Se supone que ser de alto nivel es elegante, por eso no entendía porqué las fotos tenían que ser de patas abieras mostrando todo mi sexo, lo encontraba vulgar, pero ahí me decían que de otra forma los viejos no se calentaban y no me pedían.
Asi que tuve que ceder, me abrí de piernas y dejé que ese joven erectado por mis curvas sacara el flash. No me dio verguenza, me excitaba ver como el inexperto joven se calentaba con cada movimiento que hacía, pero luego de un rato me aburrí, me vestí y le dije que nos fueramos por ahí...el resto imaginenselo.
Me tocaba el primer cliente un día lunes a las 3 de la tarde. Hora de almuerzo. Tenía miedo.Me demoró en escribir, ya que esto demanda tiempo...Continuaré en otro capítulo.
M e dijo que tenía una productora, estiró su brazo y me pasó una tarjeta, mañana debía llamarla si quería trabajar para ella.Me fui a la casa, pensando en qué tipo de productora tendría. Iba feliz, ya que podría aparecer en un comercial. Guardé la tarjeta dispuesta a llamar al otro día.
Así lo hice. Me citó en un departamento del Bosque para explicarme de qué se trataba todo. El lugar era hermoso, unos sillones fabulosos al igual que la decoración en general. Y ella, regia, estupenda...Al llegar me dio un vaso de bebida, y puso unas aceitunas rellenas. Me dijo que el negocio era fuerte, que me necesitaba ya que veía mucho potencial en mi.
"bueno, dígame de que es realmente el trabajo"-pregunté,
"Damas de compañía de alto nivel"-contestó....
" Puta de alto nivel querrá decir, no soy wevona tampoco..."
" en mi negocio cada una se acuesta con el cliente si quiere, pero yo ofrezco tan solo ser dama de compañia"
Y así empezó todo. Acepté el trabajo pensando sólo en ser dama de compañía. Jamás pensé en chuparsela a cualquier weón o dejar que me lo metieran por plata. Y creánme que gané plata...además, conocí mucha gente que no vale la pena mencionar ahora, pero de circulos tan conocidos en Chile, que obtuve mucho más que estar saliendo en un comercial barato por un tiempo.
Las grandes capas de la sociedad ya me conocían como: "Amanda", a quien le rpegunten de alguna gran empresa, fútbol, espectaculo...sabrá de mi.Tuve que comprarme ropa nueva y anunciarme por internet. La primera sesión de fotos fue chocante. Se supone que ser de alto nivel es elegante, por eso no entendía porqué las fotos tenían que ser de patas abieras mostrando todo mi sexo, lo encontraba vulgar, pero ahí me decían que de otra forma los viejos no se calentaban y no me pedían.
Asi que tuve que ceder, me abrí de piernas y dejé que ese joven erectado por mis curvas sacara el flash. No me dio verguenza, me excitaba ver como el inexperto joven se calentaba con cada movimiento que hacía, pero luego de un rato me aburrí, me vestí y le dije que nos fueramos por ahí...el resto imaginenselo.
Me tocaba el primer cliente un día lunes a las 3 de la tarde. Hora de almuerzo. Tenía miedo.Me demoró en escribir, ya que esto demanda tiempo...Continuaré en otro capítulo.
el timido
Yo sé que a muchas personas les molestará como escribo. Encontrarán chabacano y cliché. Sólo tengo que decirles que escribo como pienso, no soy una experta para las letras y si es cliché es simplemente porque soy igual al general de las personas, con la diferencia de que cuento las experiencias que he tenido.
Quizás para explicar lo que soy ahora...en lo que me metí después de todas esas experiencias. No sé quienes me leen, sólo quiero expresar y reencontrarme.
Después de esa primera vez estuve con muchos hombres. En verdad muchos ni siquiera alcanzaban para ser hombres. Eran más bien adolescentes que veían en mi la oportunidad para sentirse adultos. Y muchos aprendieron cosas fantásticas conmigo. Uno de ellos lo recuerdo en especial, ya que era considerado dentro de mis amigos como el "perno". Sin embargo, eso a mi me excitaba. Que manera de calentarme al imaginarmelo gozando conmigo. Haciendolo feliz y sacándolo de esa represión que se notaba en su cuerpo. Y un día lo hicimos.Lo llamé estando sola y le dije que me ayudara a estudiar.
Él, obviamente fue sin esperar lo que se encontró. Al principio fui muy buena con él. Le obedecía en todo, le ponía atención, hasta que empecé a sobarme el pie en sus muslos por debajo de la mesa. No lo podía creer y me pidió disculpas sin darse cuenta que era yo la que me acercaba. Cuando cayó en cuenta de eso, se quedaba quietito...mi pie iba explorando aún más sus partes íntimas. Comencé a apretar con mis dedos de los pies su miembro, mientras el se hacía el tonto mirando el aburrido cuaderno.Luego, me encontré con lo que buscaba: botó el cuaderno y se me tiró encima. Me agarró por los hombros y preguntó que quería.
Yo le dije: " hagámoslo" solo hacía falta eso para que me agarrara de la cintura y me sentara en la orilla de la mesa. Me subió la faldita blanca de ese día y bajó mis calzones. Se agachó y comenzó a practicarme sexo oral...que lengua tenía ese chico!! y como se movía!. Después me bajé y lo llevé a mi pieza. Lo hicimos sagradamente todos los días en que "estudiabamos". Era un huracán...movía fuertemente sus caderas metiendolo por completo y hasta el final...Me gustaba amarrarlo a la cama y seducirlo con mi lengua. Partiendo desde sus orejas, yendo hasta el cuello, pecho, caderas, ingle....mordía su costado derecho de la entrepierna y se desesperaba del placer. Mordía un cojín para aguantar su grito.
Le hacía sexo oral mientras mis manos jugaban delicadamente con sus testículos, cuanto gozaba...A mi me encantaba que me cojiera lento...luego rápido...que tomara la punta de mis pechos y jugara con sus manos abajo. Era un buen amante, pero como todo, se acabó. Y se acabó por que comenzó a mezclar el amor... Yo sólo quería un rato de sexo. Que lata cuando mezclan el amor cuando uno no lo quiere. Muchas veces me pasó en que yo quería disfrutar y no pensar en el mañana. A veces decía: " te llamo" y dejaba por obvio que no lo haría...como no entienden ?Luego vino la época universitaria. Ahi la historia se me complicó...porque me metí en un sexo más fuerte...el sexo de quienes saben....continuará.-..-
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